El Elevador do Bom Jesus es un funicular a pocos kilómetros del centro de Braga que asciende el último tramo de la subida al Santuario que domina la ciudad, ahorrando la bonita escalera.
El dispositivo fue inaugurado en 1882, cumple activo 140 años, y es el más antiguo de la Península Ibérica.

La pendiente del último tramo de la ascensión en tranvía tirado por caballos requería que el vehículo necesitara reforzar la tracción. Para evitar la incomodidad la compañía concesionaria recurrió al ingeniero suizo Niklaus Riggenbach (1817-1899) que había inventado el Sistema Riggenbach para ferrocarriles de cremallera y un freno de contrapresión.

Los funiculares constan de dos vagones contrapesados mediante polea y cable, evitando así un alto aporte de energía para su movimiento. El interés del Elevador do Bom Jesús es que mantiene su movimiento original por carga de agua. Como en una balanza en equilibrio, el dispositivo no se movería si no desequilibramos con un peso adicional, por ello el vagón alto es llenado de agua y cuando llega abajo se descarga. El sobrepeso haría el movimiento acelerado que se compensa con los frenos y la cremallera.
Veamos como en la parte alta hay dos tuberías anchas para carga rápida y dos tuberías finas para control. El conductor abre con una rueda la llave del agua. Abajo si remoloneamos podemos observar como se vacía el depósito cuando el tranvía llega.
