Messi, impotente, abatido y desconsolado, llorando
en medio del campo al final del partido.
(Fuente: sport)
Revista Deportes
Lo decía ayer en televisión el propio Presidente del FCB, Sandro Rosell. Le honra haber dado la cara tras el disgusto monumental que la última semana ha supuesto para la afición azulgrana.
El fútbol es un juego, efectivamente, y no siempre gana el que tiene la mejor baza en la mano, porque hay muchos otros factores que también influyen. Ayer asistimos a la absoluta impotencia de un FCB agresivo, que manejó el balón y lo poseyó casi todo el tiempo, que sometió a un continuado asedio a la portería del Chelsea, pero fracasó en lo único que cuenta. Tras el partido de ida, que perdió en Londres por 1-0, no había otra que marcar este martes dos goles más que el Chelsea. Y el Barça fracasó en eso.