La entidad que preside Beatriz Álvarez no aceptó “propuestas que supusieran el colapso económico”
El fútbol femenino se fue a la huelga el final de la semana pasada. Por la reclamación de unos derechos justos y legítimos, las futbolistas españolas exigían mejoras económicas en sus contratos, además de la profesionalización de su fútbol. Tras la falta de acuerdo entre patronal y sindicatos (FUTPRO, AFE, Futbolistas ON, CCOO y UGT) en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA), fue inevitable el parón, como estaba previsto. En caso de no solucionarse los problemas, la segunda jornada tampoco se jugaría.
En su nota de prensa, la Liga F recordaba que ya había propuesto a dichos sindicatos “una oferta en la que eliminase la parcialidad existente”, pasando “a un salario mínimo de 18.000 euros que se incrementaría hasta llegar a 25.000 euros en tres temporadas”. La patronal también diseñaba “ayudas para el cuidado de los hijos/as de las futbolistas durante sus entrenamientos, espacios específicos para lactancia o fondos de ayuda económica para cursar estudios”, entre otros avances.
El punto de mayor discordia entre los sindicatos y la patronal se centraba en los salarios. Mientras los sindicatos luchan por un aumento significativo que elevaría el salario mínimo desde los 16.000 euros brutos anuales actuales, la patronal buscaba mantener la cifra establecida en el convenio anterior, que rige desde julio de 2019. Es importante destacar que, en comparación, los jugadores masculinos de fútbol profesional tienen un salario mínimo de 182.000 euros anuales según sus convenios. La respuesta sindical fue, negativa. “De esta forma, la irresponsabilidad y falta de talante y altura de miras de los sindicatos abocan a clubes y las jugadoras a una huelga que perjudica de manera muy grave la imagen el fútbol femenino español”, subrayó la Liga F. Y, la entidad que preside Beatriz Álvarez, la actual presidenta de la Liga Profesional de Fútbol Femenino conocida como Liga F, lamentó la postura de los sindicatos.
Finalmente, la huelga terminó, al llegar sindicatos y patronal a un acuerdo para las tres próximas temporadas en relación al salario mínimo por el cual se establece un salario mínimo de “Temporada 2023/24: 21.000 euros, pudiendo incrementarse hasta los 23.000 euros en función del crecimiento de los ingresos comerciales de la competición. Temporada 2024/25: 22.500 euros, pudiendo incrementarse hasta los 25.000 euros en función del crecimiento de los ingresos comerciales de la competición. Temporada 2025/26: 23.500 euros, pudiendo incrementarse hasta los 28.000 euros en función del crecimiento de los ingresos comerciales de la competición”.