Wolverhampton Wanderers 2-1 Sunderland
En el Molineux hemos vivido una cita esencial para la lucha por el descenso. La reciente destitución del gran Steve Bruce, no hacía más que este partido para los Black Cats fuese de transición debido a la ya anunciada contratación de Martin O'Neill que sin duda imprimirá ese toque que hace falta en el juego del Sunderland. Por otra parte, los Wolves que ante su público no debían fallar y más viendo su once inicial en el que los aires de guerra se olían a kilómetros.
Así pues, hablamos de la justicia del fútbol, del empuje y la garra de un equipo que se ve con el agua al cuello y que demuestra en 90 minutos como dar la vuelta a un partido que pintaba muy mal. El Sunderland se dedicaba a hacer su juego poco vistoso con Sebastian Larsson y Richardson de protagonistas visitantes. El lateral de los Black Cats veía puerta en el 52' tras soltar un zurdazo desde el borde izquierdo del área ponía el 0-1 en el marcador. Hennessey nada pudo hacer para detener tal trallazo. El sueco en cambio, también fue protagonista al errar un penalty que seguro hubiera cambiado el rumbo del partido.
Hasta que apareció Steven Fletcher. Como lo echaban de menos por la casa de los Wolves! El ariete con dos goles en cuestión de 8 minutos, el primero de cabeza (73') y el segundo de un soberbio zurdazo (81'), daba la vuelta a un partido que sólo podía tener un ganador por su fuerza y empeño: Wolverhampton Wanderers.
Con estos 3 puntos los locales se disparan a 4 puntos del descenso y meten en un lío muy serio al Sunderland que a tan sólo un punto verá la nueva llegada del técnico como el salvador de sus problemas.
Javier Martínez (@JaviMartinez82)