Algunosincluso opinarán que es mejor que el sexo, o quizá lo único que hace vibrar alpersonal masculino cuando lo otro se ha convertido en una rutina cada vez másinfrecuente, y ver correr a veinte tipos tras una pelota queda como el únicoplacer que uno puede permitirse varias veces a la semana (¿hay algún día que noden fútbol por televisión?). Sequejan los alemanes, en perfecto español, del precio exorbitante de lasentradas, y no les falta razón, pues por el importe de una sola se puedeasistir a unas cuantas funciones de teatro, paradoja a todas luces inexplicable,mucho más en los tiempos que corren, y que invita a preguntarse por qué lacrisis parece no hacer mella en este deporte, a pesar de los más de 750millones de euros que los clubes adeudan a hacienda.Noimporta no llegar a fin de mes o no poder pagar el gas, pero el fútbol ni me lotoquen, oigan (lo afirma uno de los pocos extraterrestresa los que el fútbol les resulta intolerablemente aburrido).
Revista Libros
Algunosincluso opinarán que es mejor que el sexo, o quizá lo único que hace vibrar alpersonal masculino cuando lo otro se ha convertido en una rutina cada vez másinfrecuente, y ver correr a veinte tipos tras una pelota queda como el únicoplacer que uno puede permitirse varias veces a la semana (¿hay algún día que noden fútbol por televisión?). Sequejan los alemanes, en perfecto español, del precio exorbitante de lasentradas, y no les falta razón, pues por el importe de una sola se puedeasistir a unas cuantas funciones de teatro, paradoja a todas luces inexplicable,mucho más en los tiempos que corren, y que invita a preguntarse por qué lacrisis parece no hacer mella en este deporte, a pesar de los más de 750millones de euros que los clubes adeudan a hacienda.Noimporta no llegar a fin de mes o no poder pagar el gas, pero el fútbol ni me lotoquen, oigan (lo afirma uno de los pocos extraterrestresa los que el fútbol les resulta intolerablemente aburrido).
