Revista Insólito
Nuestro rastro es bien evidente: deforestación, extinciones, contaminación química, invasión de especies foráneas, etc. ¿Pero que pasaría si la Humanidad se extinguiera en pocas horas a causa (por poner algunos ejemplos) de una epidemia fulminante?¿Cual sería la herencia que quedaría tras nosotros? Si nos prolongamos por la linea del tiempo hacia un futuro lejano, ¿que sucederá con nuestro planeta y con el propio universo? No te quedes con la duda, podrás encontrar algunas respuestas a estas controversiales preguntas en el articulo completo.
Los Humanos son la especie animal más dominante de la historia de nuestro mundo, su simple presencia lo altera en gran medida, ha hecho desaparecer cualquier posible depredador o,en el mejor de los casos, dejando que sobrevivan en zonas limitadas, y ante su avance el resto de especies están en constante retirada, con la notable excepción de aquellas pocas que han aprendido a coexistir con la Humanidad o incluso vivir a su costa. Un tercio de toda la superficie terrestre esta alterada por la mano humana (cultivos, pastos o construcciones de todo tipo), y absorbemos el 40% de todos los recursos posibles.
Entonces: ¿que ocurriría con la Tierra si la Humanidad desapareciera súbitamente? Has visto el documental "La tierra sin humanos" y la correspondiente serie, ¿no? Pues leamos tales hipótesis a continuación.
1. Redes energéticas
La primera señal de que algo habría pasado se detectaría en la cara nocturna del planeta, que lentamente pero de forma imparable, se iría oscureciendo a medida que fuera apagándose la iluminación artificial, la huella más evidente de hasta que punto controlamos la superficie. En 24 o 48 horas se iniciarían los primeros apagones con el agotamiento del combustible de las centrales térmicas. Las fuentes eólicas o solares durarían más, pero al cabo de semanas o meses también ellas empezarían a fallar por falta de mantenimiento, tanto de los generadores como de sus líneas de distribución. Y con ellas también se detendría la maquinaria de la sociedad moderna.
Tal y como esta montada la red energética, si por falta de suministro combustible las centrales térmicas se van apagando una tras otra, se sucederían una serie de apagones en cadena en las subestaciones, ya que si la demanda sigue inalterada, las centrales que queden en funcionamiento serian incapaces de absorber tanta potencia y se desengancharían de la red para evitar sobrecarga, lo que haría que entraran en lo que se denomina parada a posición segura.
Las mas de 400 plantas nucleares en activo se colapsarían a medida que se evaporarse el líquido refrigerante, ya que no habría nadie para reponerlo. En el peor de los casos se sucederían desastres en todo el planeta que liberarían grandes nubes de radiación.
En el mejor caso si la nuclear se desengancha de la red -bien por una avería o por no existir en la red eléctrica electricidad donde reenganchar- el sistema realiza una parada de emergencia del reactor, y una SAI y grupo electrógeno se activaría estomáticamente para seguir refrigerando el reactor hasta llevarlo a la posición de "parada fría", posición que lardaría una semana en alcanzar, momento en el cual la central definitivamente brillaría en la oscuridad y sin peligro. Luego que pasen algunos años y la corrosión de los materiales hagan que quede al descubierto el núcleo del reactor podrían producirse algunos desastres radiactivos.
Pero eso no seria tan grave, tal como se observa en la zona de exclusión alrededor de la planta nuclear de Chernobyl...lejos de ser un desierto muerto y desolado, en pocas décadas se convirtió en un frondoso ecosistema donde multitud de especies prosperan, e incluso han asistido al regreso de algunas, como los lobos, que no pueden ya encontrarse en la zona exterior. Algo que sorprendió a los científicos y que demuestra que la naturaleza sabe recuperarse de casi cualquier cosa si se la deja actuar.
2. El Ecosistema
Así pues los ecosistemas irían borrando la huella humana, aunque no todos al mismo ritmo. Los bosques canadienses, por ejemplo, tardarían entre 50 y 200 años en rellenar los huecos dejados por la actividad humana, en especial caminos, tuberías, franjas, etc.
En el caso de zonas donde se hubiera remplazado la vegetación local por plantaciones de una única especie de árbol de cara a su explotación (por ejemplo, los Eucaliptus o grandes plantaciones de Arroz, Trigo y Maíz) la naturaleza requeriría unos cuantos siglos para restablecer la población original. Algunas regiones, sin embargo, habrían entrado en un camino sin retorno, ya que han llegado un nuevo "estado estable". Hawai sería un buen ejemplo.
3. La Fauna
Las especies actualmente en peligro de extinción tendrían destinos variados. Dado que la mayoría debe su situación a la perdida de hábitat, su recuperación les permitirían volver a la senda del crecimiento hasta salir de peligro. Para otras, sin embargo, sería demasiado tarde al haber caído su numero por debajo del umbral crítico necesario para que exista la necesaria diversidad genética.
Lo mismo que con algunas cuya supervivencia depende, irónicamente, del esfuerzo de la gente y que sin ella quedarían desamparadas. Por otro lado las invasoras, introducidas por la mano humana en ámbitos que no son el suyo, correrían suerte diversa. Algunas verían disminuir rápidamente su numero al no contar con la fuente de alimento fácil. Otras, como los conejos en Australia, seguramente seguirían sin nosotros.
Los animales domesticados se encontrarían en un problema evidente, ya que dependen de nosotros para todo. Las más alteradas, fruto de generaciones de selección artificial, les costaría mucho regresar a un estado salvaje, o simplemente desaparecerían (no veríamos manadas de caniches, por decirlo de alguna manera), otras si que podrían acabar por integrarse en los ecosistemas naturales como por ejemplo los perros mestizos o el ganado vacuno y porcino, aunque en numero mucho menor.
4. Los Océanos
Los Océanos también experimentarían una recuperación de sus actualmente sobre explotados caladeros, aunque no de forma inmediata al haberse desequilibrado la relación entre depredadores y presas. Sin embargo acabaría por restaurarse el equilibrio natural. También el exceso de nitratos y fosfatos que la Humanidad lanzó a las aguas del planeta se limpiaría en algunas décadas.
5. La Atmósfera
En cuanto a la atmósfera, la cosa seria más compleja: Los contaminantes, al dejar de ser emitidos por nuestra actividad, serian limpiados rápidamente. Los óxidos de Nitrógeno, Azufre y Ozono (este último a nivel del suelo) desaparecerían en unas pocas semanas...los Clorofluorocarbonos, Dioxínas y el pesticida DDT tardarían unas décadas. En el caso del exceso de Co2, llevaría más tiempo: 1000 años después de nuestra desaparición aun quedaría un remanente del gas que emitimos calculado en un 15 %, manteniendo el nivel por encima de la era pre-industrial. Finalmente, 20.000 años después los Iones de calcio liberados de los sedimentos del fondo oceánico eliminarían el exceso restante, borrando así de la atmósfera el último rastro de nuestra presencia, con la excepción de algunas trazas de gases más resistentes, como los Perfluorocarbonos, que podrían permanecer decenas de miles de años.
Sobre el Metano, el otro gran gas invernadero (de hecho mucho más activo en este aspecto que el Co2), este bajaría rápidamente al nivel natural, ya que su vida química en la atmósfera es de solo 10 años...pero quedaría la duda sobre las inmensas reservas en forma de hidratos de metano en el suelo oceánico y congelados en el Permafrost, que podrían liberarse de seguir aumentando la temperatura.
6. Infraestructuras
Y nuestras obras de ingeniería? Permanecerían los edificios, carreteras, puentes, presas y demás? la respuesta es no...de hecho, mucho menos tiempo del que nos podamos imaginar. Volviendo a la zona cercana a Chernobyl, encontramos la ciudad de Pripyat, que fue totalmente evacuada en 1986...hoy, 20 años después de la marcha de sus habitantes, la ciudad parece intacta desde la distancia, pero una mirada más cercada permite apreciar las señales de que está empezando a ser "devorada" por la naturaleza.
Las plantas, cuyos sistemas de raíces se introducen en el hormigón, bajo los ladrillos y entre los marcos de las puertas, están destruyendo las estructuras urbanas a una velocidad asombrosa, siendo cuestión de tiempo que se vengan abajo las primeros edificios si la ciudad sigue abandonada. La realidad es que la aparente "estabilidad" de nuestros centros urbanos es única y exclusivamente debido a nuestra presencia, que mantiene las cosas como están bloqueando la inercia del medio natural a repoblar el territorio ahora ocupado por el cemento...
Por tanto, desde el momento de nuestra desaparición, todo iría cuesta abajo...la vegetación invadiría cada rincón y grieta, mientras que los fenómenos meteorológicos(lluvia, tormentas, heladas, variaciones de temperatura, inundaciones, viento, etc...) irían desgastando y debilitando unos edificios que, sin las tareas de mantenimiento necesarias, en menos de 100 años, iniciarían su colapso, magnificado por el hecho de que ya de por si no están pensadas para durar lapsos excesivos de tiempo.
Pero si estos durarían poco, no puede decirse lo mismo de sus ruinas, en especial las compuestas por hormigón, acero y piedra...estas sobrevivirían unos cuantos miles de años, tal y como ocurre con los actuales resto Arqueológicos. Las carreteras, aunque muy deterioradas, también aguantarían algunos milenios antes de ceder al empuje de la vegetación y desvanecerse en el olvido. Así desaparecerían de la faz terrestre las últimas grandes señales de nuestra existencia.
7. Nuevos horizontes
Ahora saltemos 100.000 años en el futuro, e imaginemos una expedición alienigena que llega a nuestro mundo para estudiarlo y saber si alguna vez existió vida inteligente. A primera vista no observarían ningún signos evidentes de una pasada civilización...solo con avanzados instrumentos científicos y una exploración minuciosa del planeta desvelaría que algo paso: Los núcleos de sedimentos oceánicos les mostrarían que durante un lapso muy breve de tiempo se depositaron grandes cantidades de metales pesados, así como isótopos radiactivos, y en la atmósfera quizás detectarían aun trazas de gases que no se producen de forma natural. Es posible que tuvieran constancia de la existencia de una señal intensa de radio que sigue expandiéndose por el cosmos, y que sus científicos habían indicado que procedía de ese lugar, aunque su emisión se detuvo súbitamente 100 milenios. La última y más duradera señal de que alguna vez, en un pasado remoto, existieron en ese mundo azul seres deseosos de comunicarse y con la tecnología para hacerlo.
Posteriormente las excavaciones localizarían grandes concentraciones de esqueletos de grandes simios bípedos, con señales de haber sido enterrados de forma deliberada en algunos casos, y todo tipo de bienes materiales resistentes al paso del tiempo, como joyas o dientes de Oro. Pero donde encontrarían las mejores pruebas de nuestra civilización extinguida sería en los antiguos vertederos, y que contendría aún restos metálico, vidrio y plásticos. Nuestra basura, que estos visitantes expondrían orgullosos como verdaderos tesoros históricos, seria el legado más claro que la Humanidad dejaría tras de si....
Trozos de plástico, restos fósiles y señales de una contaminación ya superada...A estos insignificantes "souvenirs" se reduciría el recuerdo lejano de una especie que se creyó el centro de la existencia, la cúspide de la evolución o la creación definitiva de un Dios ya olvidado. En unos millones de años más incluso la mayoría de estas trazas acabarían por desaparecer también....la vida en la Tierra seguiría su constante evolución, y quizás acabaría dando lugar a una nueva especie inteligente que, con el tiempo, desarrollara su propia civilización. Esta nunca tendría constancia alguna de que nosotros estuvimos aquí millones de años antes, quizás con la excepción de unos extraños fósiles que seguramente les parecerían, como mínimo, intrigantes.
La triste (o confortable, según se mire ) verdad es que si un día desaparecemos, este planeta sanará sus cicatrices, nos olvidará.
8. El Sistema Solar
Millones de años después el Sol dejará de brillar. Las consecuencias serían catastróficas, Nuestra temperatura descendería a la de Plutón. Actualmente, el Sol se encuentra en plena secuencia principal, fase en la que seguirá unos 5.000 millones de años más quemando hidrógeno de manera estable. Cuando el hidrógeno de su núcleo sea mucho menos abundante éste se contraerá y se encenderá la capa de hidrógeno adyacente, pero esto no bastará para retener el colapso. Seguirá compactándose hasta que su temperatura sea lo suficientemente elevada como para fusionar el helio del núcleo (unos 100 000 000 K). Al mismo tiempo, las capas exteriores de la envoltura se irán expandiendo paulatinamente. Se expandirán tanto que, a pesar del aumento de brillo de la estrella, su temperatura efectiva disminuirá, situando su luz en la región roja del espectro. El Sol se habrá convertido en una gigante roja.
El radio del Sol, para entonces, será tan grande que habrá engullido a Mercurio, Venus y, posiblemente, a la Tierra. Durante su etapa como gigante roja (unos 1.000 millones de años) el Sol irá expulsando gas cada vez con mayor intensidad.
En los últimos momentos de su vida el viento solar se intensificará y el Sol se desprenderá de toda su envoltura, la cual formará, con el tiempo, una nebulosa planetaria. El núcleo y sus regiones más próximas se comprimirán más hasta formar un estado de la materia muy concentrado en el que las repulsiones de tipo cuántico entre los electrones extremadamente cercanos (degenerados) frenarán el colapso. Quedará entonces, como remanente estelar, una enana blanca de carbono y oxígeno que se irá enfriando paulatinamente.
Del polvo venimos y al polvo volveremos. No solo el rastro de una civilización se habrá perdido si no también el rastro de un sistema planetario y una estrella.
9. La Vía Láctea
En tanto nuestra galaxia seguirá moviendose por el espacio. La colisión entre las dos galaxias más grandes del Grupo Local, la Vía Láctea y Andrómeda será un evento en el cual las dos galaxias acabarán por fundirse en una galaxia mayor (muy posiblemente, una galaxia elíptica).
Si bien se sabe que ambas galaxias se acercan a una velocidad de alrededor de 300 kilómetros por segundo referida al Sol1 y que se aproximarán dentro de aproximadamente 3.000 millones de años, al desconocerse la velocidad tangencial de Andrómeda no se sabe aún si se producirá en ese momento tal colisión, lo único que está claro es que, con mucha probabilidad, tarde o temprano acabará por ocurrir. La fusión final entre ambas tendrá lugar dentro de 5.860 millones de años.
Las dos galaxias se alejarían una de la otra hasta que su atracción gravitatoria las frenara y las obligara a acercarse de nuevo la una a la otra, y esta vez de manera definitiva. Las dos chocarían finalmente -esta vez de frente-, y el resultado de ello sería un violento brote de formación estelar -e incluso, dada la presencia de agujeros negros supermasivos en el centro de cada galaxia, que tras fusionarse ambos con una violenta emisión de ondas gravitatorias se acumulara gas allí que formara un quasar- y la fusión definitiva de las dos galaxias para formar posiblemente una galaxia elíptica gigante, que ha sido bautizada con nombres cómo Lactómeda.
10. El Universo
El destino del universo, aun mas desconocido, está determinado por la densidad del mismo. La preponderancia de las pruebas hasta la fecha, basadas en las medidas de la tasa de expansión y de la densidad de masa, favorecen la teoría de que el universo continuará expandiéndose indefinidamente, resultando en el escenario del "big freeze". Sin embargo, nuevas interpretaciones sobre la naturaleza de la materia oscura también sugieren que sus interacciones con la masa y la gravedad avalan la posibilidad de un universo oscilador.
Teoría 1: sobre la escala de tiempo en el orden de un billón de años, las estrellas existentes se apagarán y la mayor parte del Universo se volverá oscuro
Teoría 2: según algunos teóricos del Universo oscilante, el Big Bang fue simplemente el comienzo de un período de expansión al que siguió un período de contracción. Desde este punto de vista, se podría hablar de un Big Crunch, seguido de un Big Bang, o, más sencillamente, un Gran Rebote. Esto sugiere que podríamos estar viviendo en el primero de todos los universos, pero es igualmente probable que estemos viviendo en el universo dos mil millones (o cualquiera de una secuencia infinita de universos).
Luego de este repaso por el futuro de la humanudad y de nuestro hogar: la Tierra, podemos concluir que nuestro futuro aun es incierto y solo sustentado por teorías o hipótesis. ¿El universo se apagará o colapsara en un nuevo universo? Probablemente nunca lo sepamos. Quizás deberíamos preocuparnos mas en vivir bien el presente que pensar en aquel futuro lejano, sin embargo son muy curiosos todos estos datos ¿no crees?
Visto en: oceanoestelar- Palabras clave: universo, galaxia, big bang, futuro, humanidad, Tierra, extinción, Sol, estrellas, sistema planetario, colapso, vía láctea, ciencia, ecosistema, flora y fauna.