En un mundo en constante evolución, la industria automotriz se enfrenta a una transformación sin precedentes. El sector, que contribuye significativamente a la economía global y representa alrededor del 3.65% del PIB mundial, está en la cúspide de una revolución tecnológica y sostenible. Las previsiones apuntan a un crecimiento del mercado de hasta 6.070.400 millones de dólares para 2030
La industria se prepara para enfrentarse los desafíos y aprovechar las oportunidades que supone el cambio. En España, la automoción es uno de los sectores históricamente más estables. Concretamente, supone un 7,7% del PIB español, con una aportación de 60,908 millones de euros, según el último informe anual de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC).
Este sector es una industria estratégica en regiones como América, Europa y Asia. Además, China sigue siendo el líder del mercado, seguida de Norteamérica. La región Asia-Pacífico, también está alcanzando rápidamente a los líderes de la industria y se espera que crezca a un CAGR del 7,4% de 2022 a 2030. La industria automotriz india es el mercado de más rápido crecimiento en la región Asia-Pacífico.
En este nuevo mercado en rápida evolución, los nuevos avances tecnológicos, el cambio en las preferencias de los consumidores y la creciente concienciación medioambiental hacen que este sector esté siendo testigo de grandes avances en la ciencia y en la ingeniería de materiales especializados. Impulsados por la urgente necesidad de hacer frente al cambio climático y adoptar soluciones de transporte sostenibles.
Hay cuatro áreas en particular que los fabricantes de equipos originales (OEMs) deben revisar proactivamente para mantenerse por delante de la competencia: cultura y sociedad, tecnología y conectividad, opciones y procesos de compra y financiación. Así, como mantenerse al día de los cambios normativos que afectan al sector.
En palabras de Ana Belén González Bartolomé, Head of Manufacturing, Logistics, Energy & Utilities para España, Portugal e Italia en Cognizant. «Desde nuestra compañía reconocemos los desafíos y las oportunidades que se presentan ante la industria automotriz. La adaptación y la innovación no son opciones, sino imperativos para avanzar. A medida que navegamos por esta nueva era, estamos comprometidos a liderar el camino hacia soluciones de transporte más sostenibles, eficientes y personalizadas, asegurando que nuestra industria no solo sobreviva, sino que prospere en el futuro. Juntos, podemos transformar estos desafíos en oportunidades para crear un mundo mejor y más sostenible para las próximas generaciones».
Las tendencias del sector según Cognizant
1.- Cultura y sociedad
Con los Millenials (1981 y 1996) en la cúspide de sus ingresos, y la Generación Z (1997 y 2013) estableciendo carreras y considerando grandes compras, los OEMs no pueden permitirse ignorar los valores de los consumidores más jóvenes en relación a los coches.
Los Millenials y la Generación Z dan prioridad a la sostenibilidad, la eficiencia y la comodidad en sus vehículos. Prestan más atención a sus características digitales innovadoras, la expresión del estilo de vida y las opciones de movilidad; como servicio, que a las prestaciones y el estatus de un vehículo. De ahí que esta generación esté interesada en funciones como la asistencia al conductor, la automatización, los sensores, la conectividad, el entretenimiento, la navegación y el control por voz. Los jóvenes de hoy en día también son más propensos a adoptar modos de transporte alternativos para reducir tanto el coste de propiedad como su huella medioambiental.
2.- Tecnología y conectividad
Con los avances en conectividad, conducción autónoma y tecnologías inmersivas, los vehículos de próxima generación ofrecerán una personalización, adaptabilidad y comodidad sin precedentes, redefiniendo la percepción de la movilidad por parte de los consumidores. En el futuro, los coches se transformarán en plataformas digitales personalizadas, que servirán como salas de juegos, aulas, oficinas, etc. La industria será testigo de una transición de los métodos tradicionales de reparación a las actualizaciones y parches por aire. El Internet de las Cosas (IoT) está creando un mundo en el que los coches, las infraestructuras y los edificios están perfectamente conectados. Esta integración podría mejorar significativamente la eficiencia, la seguridad y la comodidad. Por ejemplo, los coches se comunicarán con los semáforos para optimizar el flujo del tráfico y con otros vehículos para evitar accidentes.
3.- Compras y financiación
El panorama de la compra y financiación de vehículos se está transformando significativamente. En algunas regiones, los mercados online de vehículos están alterando los modelos tradicionales de concesionarios, afectando a la forma en que los consumidores buscan, personalizan y compran vehículos. El panorama de la compra se está desplazando hacia los mercados y las ventas directas al consumidor (DTC). Además, los modelos de financiación innovadores y los diagnósticos inteligentes están conduciendo hacia una nueva era en la reparación y el mantenimiento.
4.- Reglamento
Como todas las industrias con raíces en el siglo XX o más antiguas, la automoción ha sido testigo de innumerables retos políticos y normativos. Esta tendencia no se está frenando en absoluto. Y no son solo los organismos de control y los reguladores los que presionan por el cambio; los consumidores quieren cada vez más productos sostenibles y de origen ético, aunque eso signifique pagar más.
El tamaño del mercado mundial de vehículos eléctricos fue valorado en 388.100 millones de dólares en 2023 y se espera que alcance los 951.900 millones de dólares en 2030. Este mercado, en expansión, se enfrentará en el futuro a un escrutinio normativo para minimizar el impacto medioambiental de la producción de estos vehículos y cumplir los objetivos y normativas de cero emisiones de diversos gobiernos.
En España, el gobierno está tomando medidas para acelerar la transición hacia vehículos de emisiones cero y promover la movilidad sostenible. Sin embargo, se enfrenta a un desafío importante. La descarbonización de la industria y la modernización del parque automotor son retos ineludibles, especialmente debido a las normativas más estrictas de la Unión Europea sobre las emisiones de CO₂ de vehículos. Estas normativas requieren que España tenga en circulación al menos 4.3 millones de coches cero emisiones para 2030, casi un millón más de lo previsto inicialmente. Según la ANFAC, se estima que el 14.3% de este parque esté compuesto por híbridos enchufables. El 45% por vehículos eléctricos puros y el 1% por coches de pila de hidrógeno. Para 2035, se espera que haya 9.8 millones de turismos y furgonetas cero emisiones en circulación, con el 90% siendo eléctricos de batería y el 10% restante utilizando celdas de combustible. Cumplir con estos objetivos será fundamental para evitar sanciones de la Unión Europea, debido a que, según la DGT, de los 25 millones de vehículos de turismo en España en 2022, solo una pequeña fracción tenía la etiqueta cero, mientras que la mayoría seguían siendo vehículos térmicos.
Del mismo modo, la UE ha introducido nuevas normas de comportamiento en materia de emisiones de CO₂ para furgonetas y turismos nuevos como parte del paquete «Fit for 55». El objetivo es que los turismos y vehículos comerciales ligeros nuevos no emitan CO₂ de aquí a 2035, con objetivos provisionales de reducción del 55% en el caso de los turismos y del 50% en el de las furgonetas de aquí a 2030. La inclusión de excepciones para los fabricantes con pequeños volúmenes de producción y la adaptación del mecanismo de incentivos para los vehículos de emisiones cero y bajas (ZLEV), indican un planteamiento global para promover la movilidad sostenible y reducir las emisiones de carbono.
Estas iniciativas, tanto en España como en la UE, ponen de relieve un esfuerzo concertado de los gobiernos y los reguladores para impulsar la adopción de vehículos de emisiones cero. Y así, adoptar la circularidad en la industria del automóvil, contribuyendo en última instancia a los esfuerzos mundiales para combatir el cambio climático y promover el transporte sostenible.
Aunque los retos que se avecinan son numerosos, la industria del automóvil tiene un orgulloso historial de adaptación a las innumerables demandas de los consumidores y a los entornos normativos. En 2024, los OEMs deben seguir adelante con ese espíritu, invirtiendo estratégicamente en investigación y desarrollo, colaborando con socios tecnológicos y de movilidad y adoptando una mentalidad futurista.
Fuente Comunicae
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