Todo el mundo sabe más o menos la población total de la tierra, la de Europa y la de España. Pero si buscamos alguien que nos diga como van a ser en el futuro temas tan importantes como el empleo, las personas mayores y la educación nos encontramos con la ignorancia mas absoluta. Y lo que esas grave, los políticos tampoco tienen ni idea de que pasará.
Europa tiene una de las tasas de fertilidad más baja del mundo y la población más envejecida. El problema que se va a generar es que un número cada vez menor de trabajadores en activo debe mantener a un numero mayor de jubilados.
Esto obligará a tomar una serie de medidas para evitar que el sistema se colapse. Una de las primeras que se deberá tomar es alargar la edad de jubilación.
Otra decisión importante será invertir en educación. Al haber menos niños estos deberán estar mejor formados y ser mas productivos e innovadores.
El tercer tema imprescindible es conciliar mejor la vida laboral y la familiar para facilitar una subida de la tasa de natalidad.
La cuarta cuestión es llevar a cabo una serie de medidas que permitan integrar a los inmigrantes de forma plena en nuestro sistema.
La explosión demográfica mundial empezó en Europa en el siglo XVIII gracias a los avances en salud e higiene. Este crecimiento implicó pasar de 1400 a 6000 millones de personas en dos siglos. También es en Europa donde se ha invertido por primera vez la tendencia. Por cada 100 personas que hay ahora sus bisnietos serán 30.
El aumento de la esperanza de vida nos lleva a una situación que nunca se había producido: una persona puede estar cobrando una pensión durante mas tiempo del que estuvo trabajando. Además esto se prevé en un contexto en el que la población activa disminuye, lo cual vuelve a llevar al debate sobre si se debe alargar la edad de jubilación. Esto podría ser bueno para la productividad pues se ha comprobado como combinar en un mismo equipo a gente joven con gente madura con experiencia produce mejores resultados que plantillas solo de jóvenes.
De todas formas dado el incremento de la esperanza de vida de 3 años por década junto a la disminución de la natalidad hace que la prolongación de la vida laboral sea una medida que deberán adoptar todos los países de Europa.
Otra consecuencia será la necesidad de importar mano de obra especializada como ingenieros, médicos, etc. Como la demografía también descenderá en otros países se prevé que en el futuro exista una gran competencia por este tipo de personal.
En China la población empezará a decrecer en 10 años y el ritmo de bajada será muy superior al de Europa porque pasaron de una forma brusca de un promedio de 6 hijos por familia al actual de 1,2. Cuando su población envejezca la desproporción entre ancianos y personas productivas será enorme.
Fuente: Redes, Reiner Klingholz.
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