Revista Opinión

El futuro del cine: el ejemplo de Aniquilación (Alex Garland)

Publicado el 11 abril 2018 por Carlosgu82

La forma de ver cine ha cambiado en el siglo XXI. A principios de este nuevo siglo, cuando se empezaron a usar masivamente los programas p2p, y cuando poco después aparecieron las webs que te permitían descargar películas, algunas incluso todavía en las salas de cine, la industria se tambaleó. La piratería a través de internet supuso un duro golpe al entretenimiento audiovisual. Pero luego llegaron las plataformas VOD, cambiándolo todo otra vez. Todo esto ha ocurrido en un espacio corto de tiempo y ahora nos enfrentamos a nuevas preguntas sobre el futuro del cine y de las series, aunque sobre todo al futuro del primero. ¿Qué va a pasar con el cine? ¿Dejaremos de ver películas en pantalla grande?

Trailer de Aniquilación

Toda esta reflexión viene por algo que ha ocurrido recientemente. Algo que ejemplifica el futuro del cine. Aniquilación es la segunda película del director y guionista Alex Garland. Una aparente historia de ciencia ficción, pero que tiene muchos rincones psicológicos o incluso filosóficos. Una película “incómoda” de ver. Vamos, una película muy poco comercial. ¿Y qué ha pasado con ella? La película se creó en un gran estudio, con un gran presupuesto, pero no llegó a los cines del mundo (salvo en Estados Unidos). Se estrenó directamente en Netflix en un intento de, supuestamente, minimizar el daño económico. La película no gustó a alguno de sus productores, que querían cambiarla después de que la misma se pasara ante uno de los ya habituales “test screeners” (son los test en donde los espectadores dan su opinión sobre una película que todavía no se ha estrenado), y en donde mucha gente no entendió lo que estaba viendo. Al final se decidió estrenar directamente en Netflix que la compró para su catálogo. Creían que estrenarla en las grandes pantallas de medio mundo era un riesgo económico, así que la vendieron a esta plataforma. ¿Este es el futuro? Cuando una película no guste a unos cuantos espectadores, ¿se cambiará o se estrenará en VOD? Si eso pasa, ¿qué veremos en el cine? ¿Películas dirigidas a no incomodarnos? ¿Películas para que el espectador no haga ningún esfuerzo reflexivo?

En este momento la gran industria del cine de Estados Unidos está apostando por las producciones que garanticen grandes beneficios económicos, que en realidad creo que está bien, siempre y cuando haya espacio para otro tipo películas. Pero eso puede ir cambiando. Parece que las grandes salas de cine están encaminadas a estrenar películas que garanticen el éxito de taquilla. Podemos ver los ejemplos en las películas de Marvel, DC, o Disney. Puede que el destino de las producciones cinematográficas menos comerciales esté en las plataformas VOD, y esto puede ser beneficioso en algún aspecto, pero también muy perjudicial en otros muchos.

El director de cine Rodrigo Cortés ha señalado algo muy interesante en el programa La Cultureta (Onda Cero). Señala que como los creadores de cine están cada vez más presionados por lo que alguien pueda opinar sobre su película, permiten que la recepción inicial de un puñado de espectadores en un test screener te obligue a cambiar tu propio trabajo. Y si no, pues a estrenar directamente en VOD, como es el caso señalado. Eso complica su trabajo porque la persona que está escribiendo un guión o dirigiendo una película no sabe a que atenerse. No es lo mismo hacer una película para la gran pantalla que para la pequeña.

Y lo peor no es solo como va a afectar a los creadores. También nos afectará a los espectadores. Ver una película en una sala de cine implica muchas cosas. Para empezar, una pantalla grande y una calidad de sonido que tu casa no te puede dar. La imagen y el sonido son esenciales en la historia de una película. Si alguien ha visto en el cine la última película de Christopher Nolan, Dunkerque, entenderá a qué me refiero. Pero hay algo más que también se está perdiendo. En los últimos años hemos asistido a la cada vez más extendida costumbre de mirar el teléfono móvil a todas horas. También en el cine. Cientos de personas que han pagado una entrada de cine y que a la mínima se distraen con su teléfono, perdiendo el hilo de la historia que están viendo. Si el cine se enfoca hacia internet (ordenadores, tablets, smartphones, smart tv’s), perderemos el interés por el cine. ¿Cuántos de nosotros no han dejado una película a medio ver en el ordenador? Nos distraemos con facilidad y no hacemos el esfuerzo de ver y entender una película (por no hablar de otros aspectos de la cultura como la lectura).

Aniquilación es una de esas películas que a priori no habría triunfado en taquilla. O tal vez sí, nunca se sabe. Tiene un ritmo pausado y un argumento al que cuesta seguirle el hilo, pero que visualmente y sonoramente está hecha para una gran sala. Yo la he visto en Netflix. Fui con la mente abierta porque no sabía muy bien que me iba a encontrar. A priori me parecía muy interesante tras ver algún que otro trailer y tras averiguar que estaba basada en una novela de ciencia ficción. De hecho pensaba ir a verla al cine hasta que me enteré que se podría ver en Netflix. Después de verla mi percepción cambió. No me gustó, no voy a mentir. No me gustó el ritmo de la narración y no es que pidiera más acción, que la tiene. Pero me costó meterme en la historia. Ahora bien, es de esas películas que tienes que ver más de una vez. Despúes de indagar en foros de cine descubrí su posible significado, y entonces me pareció más interesante. Lo que quiero decir es que me ha animado a volver a verla de nuevo. Y tengo claro que en el cine, su imagen y su sonido habría hecho que me pareciera más espectacular. Pero verla en Netflix te da pie a perder el interés, incluso a pararla porque no somos capaces de disfrutarla (cosa que en el cine no haríamos).

En conclusión, el cine y la forma de verlo está cambiando. Debemos saber que es culpa de nosotros, los espectadores, que estamos perdiendo el interés por la cultura. Que no tenemos paciencia al tener tantas fuentes de entretenimiento a nuestro alcance y que no somos capaces de hacer el esfuerzo de concentración y reflexión que merecen las películas. Y por cierto, Aniquilación es una película que merece la pena ver, ya sea en un cine o en la pantalla de tu ordenador.


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