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El gabinete del Dr. Caligari (1920)

Publicado el 18 diciembre 2009 por Quesito

Dentro de las vanguardias históricas, el Expresionismo se desarrolló plenamente en Alemania en la primera década del siglo XX, plasmándose en varios campos, surgiendo primero en la pintura en contraposición con el Impresionismo, basándose en un arte más subjetivo ("expresión"), sin contar tanto con la realidad ("impresión"). Su nacimiento en el cine se produjo en 1920 con El gabinete del doctor Caligari, una película muda del director alemán Robert Wiene, que contó con unos sugerentes e inolvidables decorados realizados por el director de arte Hermann Warm y los pintores Walter Reimann y Walter Röhrig, que volvieron a trabajar juntos en Las tres luces (1921), de Fritz Lang. Este mismo gran director iba a ser el responsable de llevar a la pantalla el guión de esta película pero aún no había finalizado el rodaje de la segunda parte de su película de aventuras Las arañas (1919-1920). Aún así opinó sobre el proyecto y sugirió incluir un prólogo y un epílogo a la historia como justificación del relato narrado por el protagonista, como si fuera explicado por un demente. Este personaje principal llamado Francis cuenta a otra persona que tiempo atrás llegó a Holstenwall (en realidad es el nombre de un hotel de Hamburgo) un doctor llamado Caligari para mostrar su espectáculo en la feria que se celebraba en la ciudad durante unos días. El misterio del doctor radicaba en la presencia de un sonámbulo llamado Cesare, al que tenía metido en una especie de ataúd y al que despertaba para que adivinara el pasado y el futuro de cualquier individuo. Sorprendentemente, a raíz de su llegada, en la ciudad empezaron a producirse sospechosos asesinatos.


El gabinete del Dr. Caligari (1920)
El guión fue escrito al finalizar la Primera Guerra Mundial por el poeta checo Hans Janowitz y el guionista austriaco Carl Mayer, introduciendo algún detalle autobiográfico, ya que ambos perdieron a alguien querido en la guerra y Mayer presenció un asesinato en un parque detrás del Holstenwall, nombre dado a la ciudad ficticia de la película. El gran poder visual de la historia radica en los magistrales decorados y en la marcada caracterización del doctor y sobre todo de Cesare, el sonámbulo, conectando de forma acertada con la atmósfera tenebrosa de la historia. Los primeros planos de este oscuro personaje son los más acertados, como su forma de moverse en las calles estrechas de la ciudad. Los edificios abigarrados o las formas geométricas tan distorsionadas de los interiores de las casas influyen también de forma considerable en los sentimientos de todos los personajes, haciendo un papel fundamental para la historia. Habría que decir también que la trama pierde interés en algún punto pero no quita ningún mérito a la originalidad de la puesta en escena y al resultado en general.


El gabinete del Dr. Caligari (1920)
Esta película se ha convertido en un clásico del terror y fue la pieza clave para el comienzo del cine expresionista alemán, influyendo en títulos como El Golem (1921), de Paul Wegener; Nosferatu (1922), de F.W. Murnau; El hombre de las figuras de cera (1924), de Paul Leni o Metrópolis (1926), de Fritz Lang.

El gabinete del Dr. Caligari (1920)
"Una película que confirma el apogeo del cine alemán introduciendo el expresionismo con una dirección artística envidiable"

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