
El Ducado de Lorena tenía su capital en Nancy y un castillo-palacio en Luneville. El ilustrado duque Leopoldo (1697-1729) convirtió la vieja construcción en un Nuevo Versalles y por fortuna recurrió a un joven plebeyo y pobre con habilidades mecánicas para las obras de ingeniería hidráulica: Philippe Vayringe (1684-1746).

Varyringe fue mandado a Inglaterra para estudiar a Newton. Su aprovechamiento le valió el titulo de Arquímedes Loreno. Así le define Voltaire «un simple cerrajero que llegó a ser un físico excelente y estimable filósofo».

Vayringe enseñó física matemática, fue magnífico relojero y constructor de planetarios mecánicos. Logró hacer funcionar y construir una máquina de calcular basada en el cilindro de Leibniz, algo que no se había conseguido, y que se encuentra en Munich.
Vayringe necesitaba ser recordado. Con acierto el Museo del Castillo le dedica una modesta sala con algunos instrumentos y un delicioso mural mecánico-matemático.
