Si Baltasar Garzón no estuviera incapacitado como juez podría procesar a Barack Obama por el “asesinato” de Bin Laden, cometido con premeditación y alevosía.
Garzón pelearía por ser el primer juez que encausara a quien, en lugar de detener al terrorista tipo Troitiño o De Juana, lo matara sin más, como hicieron con el islamista genocida.
Miguel Higueras, en su blog Entre Andorra y Gibraltar, señala que “si lo que ha hecho Barack Obama le parece bien a los que les cae en gracia—a la progresía de diseño—, no se entiende que comprendieran a Felipe González cuando impidió que mataran a la jefatura de ETA”.
González reveló recientemente que le habían propuesto volar a la cúpula etarra, pero que no quiso. Aparentemente tuvo más escrúpulos que el Nobel de la Paz.
Zapatero y su gobierno pacifista y legalista han felicitado efusivamente a Obama por el éxito de su GAL, organización creada en España por políticos socialistas y policías corruptos y torpes que mataron entre 1983 y 1987 a 23 personas, algunas ajenas al terrorismo.
El juez estrella encausó a los responsables, dejó una X señalando como jefe a Felipe, y después incrementó su fama mundial persiguiendo a Pinochet, Videla y a otros dictadores.
Eran los años en los que la Audiencia Nacional, con Garzón y otros émulos, como Santiago Pedraz --alias Clark Kent, alter ego de Superman--, sobrevolaban el planeta para desfacer entuertos procesando a gobiernos villanos.
Garzón está triplemente procesado en España por resultar justiciero, no justo. Pero es consultor del fiscal del Tribunal Penal Internacional, y recuperaría su fama universal si consiguiera encausar a Obama.
En cuanto a los comandos estadounidenses que mataron al terrorista, se diferencian del GAL en que son profesionales eficaces con el aplauso sin escrúpulos de los suyos.
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Sólo SALAS puede escribir así
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