Cuando me empecé a aficionar a viajar a los Pirineos para descubrir y disfrutar de sus montañas y paisajes naturales, me sorprendió la interesantísima tradición musical que existe en municipios que uno imagina deshabitados. Es el caso de Solanell, una pedanía que pertenece a Montferrer-Castellbò, en el Alto Urgel, provincia de Lérida. El nombre de su albergue, El Gallo negro (el Gall negre en catalán) es el título de una famosa canción pirenaica del primer cuarto del siglo XX que ha llegado hasta nuestros días.
La letra de El Gallo Negro cuenta la historia de un día de la Ascensión del año 1918 o 1919. El amo de la Casa Gep de Solanell dio libre ese día a los esquiladores de ovejas que trabajaban para él, con la condición de que fueran a rezar el rosario a la iglesia. Aceptaron el trato pero se quedaron fuera cantando canciones burlonas. El capellán, Mosen Antón, salió a regañarles y les increpó diciéndoles "Si no queréis venir al rosario iros de aquí o llamo a la justicia", lo que en vez de disuadirles les animó aún más ya que utilizaron esta frase como parte del estribillo:
Fora d'aquí, fora d'aquí, fora d'aquí,
si no voleu venir al rosari.
Fora d'aquí, fora d'aquí, fora d'aquí,
si al rosari no voleu venir. [...]
espereu-vos-hi una miqueta,
si no voleu marxar la justícia
El autor de la letra fue uno de los esquiladores y acordeonista, Agustinet de Pallerols del Cantó, que utilizó como melodía un vals popular preexistente. El Gallo Negro del que habla la canción no era, por tanto, un animal o una figura mitológica, sino Mosén Antoni Vidal y Alegret, que había nacido en Pobla de Segur en 1874 y había sido nombrado en Solanell en 1910. Las malas lenguas del pueblo comentaban que Mosén Antón estaba liado con su gobernanta, una mujer casada del mismo pueblo, y eso ayudó a que se popularizará entre los vecinos.
a Solanell vàrem anar.
i un gall negre va sortir a la porta
que ens volia fer agafar.
Fora d'aquí, fora d'aquí, fora d'aquí, [...]
I un gall negre va sortir a la porta,
mig en camisa, mig en camisa,
i un gall negre va sortir a la porta,
mig en camisa, que ens va dir:
Si no voleu marxar, [...]
vàrem fer una gran resistència,
però el capellà tenia un bastó.
El franquismo prohibió, sin éxito, esta canción, por considerarla anticlerical, pero se siguió cantando en la zona hasta que en 2019 se celebró el centenario de su composición en Pallerols del Cantó a cargo de Artur Blasco y Pep Lizandra ambos al acordeón y Marc Figuerola. Allí se reunieron los vecinos para recordarla y cantarla, y, desde entonces, todos los veranos se repite esta tradición.