Hace ya varios días que en estas soledades no aparecían seres mitológicos. Y varios días también en los que mi alma de caballo no rondaba estas palabras.
Pero hoy, las dos cosas se solucionan a un mismo tiempo. Esta entrada vuelve a los orígenes del blog, y a uno de los temas que más he planteado en él: La mitología.
Si bien normalmente he creado modelos basados en la mitología griega, la nórdica nunca ha dejado de atraerme. En ella, especialmente, me ha cuestionado Odín a un tiempo guerra y a un tiempo poesía.
Como homenaje a aquel hermoso dios viene hoy su caballo, capaz de correr de un solo galope tierra, cielo y agua, de viajar al reino de los muertos y al de los vivos. Sleipnir viene también a acompañar a tantos caballos míticos que recorren estas letras.