Revista Cultura y Ocio
En una casa negra, con cama negra, armario negro, sofá negro y con su gato negro vive la bruja Maruja.Como la casa es negra y todo lo que hay en ella es negro la bruja Maruja no distingue a su gato negro. ¿Entonces cómo lo encuentra? Pues la bruja Maruja le llama por su nombre y el gato negro llega a sus pies maullando: _ ¡Miauuu! ¡Miauuu!Pero no siempre el gato negro responde al llamado de la bruja Maruja. Muchas veces se queda escondido debajo de la cama negra, del sofá negro o dentro del armario negro.Por eso la bruja Maruja para poder encontrarlo decide convertirlo en un gato rojo.Pero el gato se enamoró del color rojo y se fue al jardín de flores rojas, mariposas rojas y con las mariquitas rojas jugaba al escondite…, y la bruja no lo encontraba.Muy enojada por el juego del gato la bruja Maruja decide convertirlo en un gato verde.Al gato también le gustó el color verde y corrió entre la hierba verde, arbustos verdes y con los saltamontes verdesjugaba al escondite…, y la bruja no lo encontraba.Agotandosele la paciencia la bruja Maruja lo convirtió en un gato amarilloDe igual manera al gato le encantó el color amarillo y saltó hacia los girasoles amarillos, avispas amarillas y con los patitos amarillos jugaba al escondite…, y la bruja no lo encontraba.La bruja Maruja entendió que al gato le encantaba jugar con los colores, por eso pintó su casa de colores llenándola de vida y alegría. De ese modo el gato volvió a su casa pintada de colores y la bruja Maruja descubrió que también a ella le gustaba la vida llena de colores.Autora: María AbreuDios nos pedirá cuentas de todas nuestras acciones, buenas o malas, aun de las que hayamos hecho en secreto. (Eclesiastés 12:14)