El general

IEl destino lo llevó ahí.El destino, la ambición: en su caso eran quizás la misma cosa.El hecho es que llegó a la cima.
Casi.
Tal vez la cima no,pero alto, muy alto,desde las filas sin caras hasta la cumbre del estado mayor.Talento perseverancia tenacidad en su cara de mármol.Lo esencial para estar entre los candidatos, los primeros, elegidos, aclamados.
   fue fácil llegar   (desde el ahora al menos así lo parece)   inevitable
Comandante en jefe, aún no,pero cerca muy cerca como un susurro.
Presidente: el sueño dorado.Ése sí inalcanzable. Imposible.Suculento.
Ambición. Destino.
Destino.
IIella le habla de la modadel viaje de la actriz de modadel bar del peinado de modadel color de modadel auto de modaquiere requiere
   él ni la oye
siliconas dietas masajesotras tienen otras llegan otras puedenquiere requiere
   sí lo siente   en el susurro le sugiere   sintetiza bisbisea   inexorable esa semilla   su destino   su sino
la manicura la playa en bogaquiere requiere
   sería fácil   sencillo   le sibila le sugiere   lo aprisiona   el deseo   ambición   hacerlo   es fácil
   ella comenta   el presiente   ella afirma   él concibe      ella envidia   él decide   ella proyecta      él ya lo sabe   él ya lo sabe lo sabe lo sabe
   el destino   es fácil
IIIFácil.Fácil la traición.
Traición, no, ambición.Destino.
Fácil estar donde hay que estar.Por la patria siempre por la patria.Fácil torturar: las personas todas sangran sufren igual. Y después silencio.
Destino.
Presidente.
Fácil.
IVEn la cima. En la plaza.El poder hacerlo todo. El poder tenerlo todo.El poder desearlo todo.
aunque deseos ya no tieneya lo tenía   todoya lo temía   todotanto hay que perderperderlo   todosiempre en la cimasiempre en la plaza
Empezó perdiendo ella.Veía sangre.Sangre en sus manos.   Las de él.Sangre si él la besaba.Sangre si él la miraba.Sangre cuando caminaba.Ríos de sangre. Mares de sangre. Océanos.Lavarse. Lavarse. Lavarse.                                                                            Ahorcarse.
y para él había sido fácil el poderqué difícil
                                                                                         perderlo