Una soleada tarde en la feria del pueblo, un niño de piel negra contemplaba extasiado al vendedor de globos.
El pueblo era pequeño y el vendedor, que había llegado pocos días atrás, ya tenia su lugar allí: se ubicaba en el parque, debajo de un gran árbol conocido como "palo borracho", que daba una maravillosa sombra y anidaba hermosas aves. Debajo de ese gran árbol reunía con su simpatía y ocurrencias a todos los que paseaban recorriendo la feria.
Enseguida demostró ser una muy linda persona; muchos coincidían en que su objetivo era sacar sonrisas, dar alegría al que se acercara a observarlo.
En su mano cubierta por un guante sostenía muy fuertemente gran variedad de globos de diferentes colores, formas y tamaños; realizaba juegos, contaba historias muy entretenidas, y así lograba captar la atención de niños y grandes.
En un momento donde muchísima gente se había detenido a verlo, soltó un globo rojo. Toda la gente, especialmente los mas pequeños, miraron como el globo se elevaba hacia el cielo.
Luego soltó un globo azul, después uno naranja, después uno verde, uno amarillo, uno blanco...Todos ellos subieron hacia el cielo, al igual que el globo rojo.
El niño negro, sin embargo, miraba fijamente sin desviar su atención, un globo negro que aun sostenía el vendedor en su mano. Lentamente se acerco al vendedor y le pregunto su gran inquietud:
-Señor, si soltara usted el globo negro, ¿subiria tan alto como los demás?
El vendedor sonrió tiernamente al niño y enseguida soltó el hilo con que tenia sujeto al globo negro.
Mientras éste se elevaba hacia lo alto, le dijo:
-No es el color lo que hace subir, pequeño. Es lo que hay dentro.
Queridos Buscadores que significa para ustedes la respuesta que le dio el vendedor de globos al niño?6QQKXMZRAN5R