El Gobierno británico presentó hoy ante el Parlamento sus planes para la legalización del matrimonio entre homosexuales esta legislatura, en los que «prohíbe» expresamente a la Iglesia de Inglaterra oficiar esas bodas.
La ministra de Cultura, María Miller, explicó a los diputados que, debido a la gran oposición que ha encontrado de la Iglesia de Inglaterra y la de Gales, ha optado no solo por eximirlas de celebrar esos casamientos sino, en su caso, «hacerlos ilegales».
Según la legislación que prepara el Ejecutivo, las organizaciones religiosas que quieran casar a homosexuales deberán solicitarlo expresamente, sin que en ningún caso estén obligadas a hacerlo.
Sin embargo, en el caso de la Iglesia de Inglaterra —credo oficial del Reino Unido— y su variante en Gales se les «prohibirá» que oficien esas bodas y no tendrán la opción siquiera para pedir el permiso.
Estas iglesias «han declarado expresamente su oposición» a oficiar matrimonios entre gays, por lo que el Gobierno «declarará explícitamente que será ilegal para las Iglesias de Inglaterra y Gales casar a personas del mismo sexo».
En el caso de otros credos, estarán de entrada eximidos de la ley pero podrán optar a oficiar casamientos, solicitándolo expresamente.
Para evitar la vulneración de la libertad religiosa, el Gobierno introducirá en el proyecto de ley «un candado legal cuádruple», que garantizará la libertad de actuación de los templos.
Así, ningún templo estará obligado a casar a parejas del mismo sexo ni a permitir que suceda en sus dependencias e incluso será ilegal oficiar esos matrimonios sin permiso explícito.
Además, se enmendará la ley de igualdad para evitar que nadie pueda demandar a las organizaciones religiosas por no querer oficiar esos matrimonios.
Con estas garantías, el primer ministro, el conservador David Cameron, firme defensor de las uniones entre parejas del mismo sexo, pretende acallar a los críticos dentro de su propio partido así como evitar una confrontación con la Iglesia Católica y la Iglesia de Inglaterra, que se oponen a la iniciativa.
Otras organizaciones religiosas, como los cuáqueros o los unitarios —de los sectores más progresistas del protestantismo—, sí son partidarios de tener la posibilidad de oficiar matrimonios entre parejas de gays y lesbianas.
Miller aseguró a los diputados que la legislación será respetuosa con el derecho a la libertad religiosa que consagra la Convención europea de derechos humanos.
La ministra anunció que se abre un periodo de consultas entre las partes interesadas de cara a presentar un proyecto de ley a principios del año próximo.
(Fuente: Globovisión / EFE)