El Gobierno canadiense, a través de Health Canada -su agencia de medicamentos-, ha incorporado fuertes y claras advertencias sobre los medicamentos utilizados en el tratamiento del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). En concreto alerta sobre el riesgo de suicidio.
La noticia sorprende. Hasta ahora era más conocido el riesgo de suicidio asociado a los medicamentos antidepresivos. Escandaloso sí, pero más si cabe lo que advierten las autoridades sanitarias de Canadá. Éstas señalan que hay notificaciones de acontecimientos relacionados con suicidio en pacientes tratados con medicamentos para el TDAH.
Los informes incluyen pensamientos suicidas, intentos de suicidio y en un número muy pequeño de casos, suicidio completo. Estos eventos fueron notificados en diferentes momentos durante el tratamiento, particularmente al inicio o durante el cambio de dosis y también después de detener el tratamiento farmacológico.
Hay diferentes tipos de medicamentos para el TDAH y la evidencia varía en relación al riesgo de pensamientos y conductas suicidas. Se conocía de este riesgo para un medicamento para el TDAH, Strattera (atomoxetina) y estos datos fueron incoporados a la información para la prescripción y comunicados en 2005.
Desde entonces, ha surgido nueva información, que sugiere que el riesgo de pensamientos y conductas suicidas puede aplicarse a todos los demás medicamentos para el TDAH. También dicen que hay poca evidencia para establecer que esos fármacos causan pensamientos y conductas suicidas, pero es posible que puedan contribuir al riesgo.
Las autoridades candienses resaltan que las personas con TDAH, pueden tener, per se, un ligero aumento del riesgo de pensamientos y conductas suicidas. El TDAH puede también afectar a personas que tienen otros trastornos de salud mental que están asociados con un mayor riesgo de suicidio, como la depresión o el trastorno bipolar.
Esto último es más discutible pues por ejemplo el catedrático en Psicología, Marino Pérez, lo discute en su libro Volviendo a la normalidad. Podéis leer algo sobre este texto en La infancia que sufre por enfermedades que tal vez no sean más que pelotazos farmacéuticos.
En Canadá están revisando la información para la prescripción de todos los medicamentos para el TDAH. La idea es incluir advertencias estandarizadas que reflejen mejor los datos disponibles sobre el riesgo de pensamientos y conductas suicidas.
En el país norteamericano los fármacos para el TDAH están disponibles sólo con receta y están autorizados para su uso en adultos y niños mayores de seis años.
Allí hay varios medicamentos (entre paréntesis la marca, que por lo general coincide con los usados en España y otros países):
- sales mixtas de anfetamina de liberación prolongada (XR Adderall)
- metilfenidato de liberación controlada (Biphentin)
- metilfenidato de liberación prolongada (Concerta)
- sulfato de dextroanfetamina (Dexedrine)
- guanfacina de liberación prolongada (Intuniv XR)
- metilfenidato (Ritalin)
- metilfenidato de liberación prolongada (Ritalin SR)
- atomoxetina (Strattera)
- lisdexanfetamina dimesilato (Vyvanse)
Resulta paradójico que en opinión de Health Canada:
los beneficios de estos fármacos en el tratamiento efectivo del TDAH continúan siendo mayores que los riesgos. La probabilidad de que surjan efectos secundarios psiquiátricos con medicamentos para el TDAH se incluye en la información de prescripción (monografía de los productos) en la sección de advertencias, que enfatiza la importancia de controlar los estados de ánimo, conductas, pensamientos y sentimientos en adultos y niños que esten tomando estos medicamentos, y la importancia de tener en cuenta los trastornos psiquiátricos al prescribir estos medicamentos”.
En fin, así es y así os lo cuento. En la nota podéis leer consejos que da el Gobierno candiense sobre todo a las familias que estén medicando a sus hijos para tan controvertida enfermedad, que una parte de los profesionales sanitarios no la consideran tal.