El Gobierno de una familia empresaria triunfadora

por José Javier Rodríguez Alcaide

Si observamos las estadísticas, los fríos números nos responden fríamente: No me parece posible diseñar un gobierno de larga duración en la familia empresaria pues las familias empresarias difícilmente devienen acaudaladas y multigeneracionales. Hay varios motivos por los cuales se hace difícil conseguir que una familia empresaria sea gobernada eficazmente. Entre ellos voy a citar los siguientes:

En primer lugar no se dan gobiernos duraderos y estables en la familia empresaria, porque no se han creado estructuras que faciliten una comunicación transparente y abierta en el seno de la familia. Familias opacas no serán capaces de diseñar gobiernos empresariales duraderos.

En segundo lugar, los gobiernos son cortos y poco efectivos porque prevalecen las necesidades individuales o de ciertas ramas familiares sobre los intereses generales de la familia.

En tercer lugar, la asignación de responsabilidades estratégicas y de alta dirección a familiares, que no han demostrado su adecuado nivel de competencia, conduce a gobiernos caóticos que terminan con la empresa o en tensiones revolucionarias.
En cuarto lugar, los gobiernos familiares no sobreviven porque, a veces, no sobrevive la empresa ni los patrimonios y, y esto es así, porque la familia no fue capaz de diseñar un plan de sucesión generacional eficaz y efectivo.

En quinto lugar, aún no sucediendo nada de lo anteriormente expuesto, sin la creación y mantenimiento de un plan de gobierno eficaz en el seno de la familia empresaria, los gobiernos familiares decaerán.

El gobierno de una familia empresaria triunfadora no solo ha conseguido mantener el gobierno de la empresa durante varias generaciones sino que ha sido capaz de satisfacer las necesidades espirituales y de reputación de los componentes de la familia, pues el lado humano de este proceso no puede ser sacrificado en aras de la riqueza. Cuando en una familia no existe un ambiente de adecuado parentesco entre sus componentes será difícil crear un plan de gobierno eficaz del sistema empresa familiar.

Sin un esfuerzo para crear una verdadera familia será muy difícil luego crear un gobierno duradero. Es decir, no se podrá diseñar un gobierno familiar duradero y eficaz si mucho antes no se han inculcado los siguientes valores:

En primer lugar, el ambiente familiar debe fijar altos niveles en la ética del trabajo y de disciplina absoluta al tiempo que valora y estima las contribuciones individuales y sus esfuerzos. En segundo lugar, en la familia se ha debido previamente valorar en alto grado la sinceridad y la transparencia en las comunicaciones internas. En tercer lugar, en el seno de la familia se acepta y defiende el valor del mérito a la hora de determinar quienes lo tienen para poder acceder a puestos de responsabilidad.

En cuarto lugar, en una familia en la que los intereses individuales se han impuesto a los interese de la familia, como grupo, el valor de la solidaridad y del mutualismo han sido desplazado por los valores del egoísmo en sus formas de comensalismo, parasitismo o halconismo.

En quinto lugar, en el seno de la familia se tienen que explicitar y definir con claridad los papeles que cada miembro ha de jugar en el seno de ella y de la empresa. Cuando la confusión de papeles impera el concepto de buen gobierno no se puede crear.

Autor José Javier Rodríguez Alcaide – Director Cátedra PRASA de Empresa Familiar – Universidad de Córdoba

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