El alcalde de Vic (CiU), junto al equipo de gobierno municipal (CiU, PSC, ERC) ha decidido no conceder el empadronamiento a todo aquél ciudadano estranjero que no tenga una targeta de residencia. Su argumento es que los ciudadanos estranjeros sin targeta de residencia son ilegales y los municipios no pueden darles un papel legal.
En un principio esto puede parecer coherente, según el alcalde, ¿cómo vamos a darles la posibilidad de empadronarse si no pueden ni trabajar?. Una lógica aplastante, si no fuera que el empadronamiento es esencial para poder acceder a cualquier servicio social básico. Sin empadronarte no puedes tener un Centro de Asistencia Primaria, ni una targeta sanitaria, no puedes escolarizar a tus hijos, estos no pueden acceder a la educación básica.
El alcalde de Vic y los regidores de gobierno condenan a los inmigrantes a no tener sanidad ni educación. En contra de la doctrina que siguen el resto de alcaldes y regidores, en contra del Pacto por la Inmigración de Catalunya que lo han firmado prácticamente todos los partidos de Catalunya.
Podemos creer desde la perspectiva populista que esto es lo que toca, que en una población con un 25% de inmigración es bueno poner coto a la inmigración irregular, que en plena crisis, los ciudadanos “legales” no tienen porqué pagar la sanidad y la educación de los “ilegales”.
O podemos pensar que estos inmigrantes irregulares YA están aquí, no se van a ir por no poder empadronarse, que algunos están trabajando sin contratos para un empresario “legal” que seguramente aplaude la medida. Que si queremos que no haya inmigración irregular, para poder regularizarla o poder tener una oportunidad de dejar de ser “clandestinos” los inmigrantes han de poder acceder a la sanidad como todos, sus hijos (que no son responsables de las decisiones de sus padres), poder acceder a la escolarización. Lo contrario es asumir bolsas de marginalidad aún más graves.
Y a diferencia de lo que dice alguna iluminada de las ondas (Pilar Rahola, esta mañana en Els Matins de Cuní), esto no es aplicar la ley, tal y como le dice un ministro y un conseller de la Generalitat (que son los legisladores) esta forma de actuar en Vic está fuera de ley.
Entiendo que en Vic pueda haber problemas, más que con los inmigrantes, con los xenófobos, que Plataforma x Catalunya, el partido de extrema derecha, se esté comiendo al electorado clásico convergente (y molt de país) de Vic, que mis compañeros del PSC y los de ERC de Vic son unos incoherentes (por no decir unos impresentables), que en plena crisis es fácil que salten los mitos y lugares comunes, que la competencia por unos servicios sociales menguados provoque conflictos. Por mucho que intenten victimizarse y considerar que es una estrategia malvada de los de Barcelona que no sabemos que es la inmigración (será porqué en mi barrio la población estrangera llega al 37% bastante superior al 25% de Vic).
Pero el problema de la inmigración ilegal, de la (mala) gestión de los recursos municipales para atender a los ciudadanos en los tiempos de crisis, no pueden caer en aspectos tan básicos como el acceso a la educación o la sanidad en la parte más fragil de la sociedad. Entre “papeles para todos” o negar los derechos más basicos hay un entorno de grises que permiten ciertas oportunidades.
Si tú tampoco quieres que el alcalde de Vic siga negando el empadronamiento y el acceso a los servicios sociales más básicos a los ciudadanos sin papeles, puedes participar en la campaña de la UGT de Catalunya y la Revista Mà! enviando un mail al ayuntamiento de Vic protestando por semejante medida.