Revista Bolsa
Adiós a los bancos zombis o muertos vivientes. La liquidación de aquellas entidades de crédito sin futuro es una condición del rescate financiero acordado con los socios europeos y el Gobierno se propone aprobar de inmediato la norma que regulará este procedimiento. El Banco de Valencia, junto a las otras entidades nacionalizadas cuenta con todas las papeletas para ser uno de los primeros en sufrir las consecuencias de la nueva reforma. El brazo ejecutor será el Fondo de Reestructuración Bancaria, que saldrá muy reforzado. Solo el Ministerio de Economía y el Banco de España, y en mayor proporción el primero, se sentarán en su puente de mando. El Gobierno prefiere hablar del proceso que supondrá la desaparición de algunas entidades como una «resolución ordenada», pero viene a ser lo mismo que la liquidación. Puesto que lo previsto en el próximo decreto ley «será de aplicación a los procesos de reestructuración que se están desarrollando», todo apunta a que bajo la lupa del real decreto que aprobará en breve el Consejo de Ministros están, en primera instancia, las entidades nacionalizadas: Banco de Valencia, Catalunya Caixa y Novagalicia. Bankia se libraría de una liquidación, por su mayor tamaño. La banca española deberá cumplir los nuevos requisitos de solvencia antes del 1 de enero de 2013 -el 9% de 'core capital'- que hasta ahora solo se exigía a los cinco grandes. Quienes no cumplan deberán presentar ante el Banco de España una estrategia y calendario para alcanzar el 9 % antes del 30 de junio de 2013. Se considerará inviable una entidad financiera si es «razonablemente previsible que en un futuro próximo» vaya a incumplir de forma significativa los requisitos de solvencia, que sus pasivos superen a sus activos o que no será capaz de cumplir puntualmente con sus obligaciones exigibles. El FROB propondrá el cese de los gestores. También los administradores serán sustituidos. El FROB podrá transmitir los activos de la entidad en liquidación a un 'banco puente', destinado a la venta, cuya vida no se extenderá más de cinco años. La venta de la entidad o de partes de la misma se podrá realizar incluso en contra de la voluntad de sus accionistas . Los accionistas o socios de las entidades rescatadas «serán los primeros en soportar pérdidas». También se canjearán las particpaciones preferentes o subordinadas de las entidades que han recibido ayudas o han sido intervenidas, pero siempre al valor de mercado, por lo que los propietarios tendrán que asumir pérdidas. La reestructuración con ayuda pública de un banco podrá llevarse a cabo incluso si existen dudas razonables de que este apoyo será reembolsado en los plazos previstos, cuando se trate de una entidad cuya liquidación «produciría efectos gravemente perjudiciales para el sistema financiero en su conjunto». Se tomarán como criterios el volumen de las actividades de la entidad, los servicios que presta al conjunto del sistema financiero y, en definitiva, las posibilidades de contagio. El Gobierno limitará a 500.000 euros la retribución fija de los directivos de las entidades que reciban apoyo financiero. Esto afectará a Banca Cívica, BMN y Caja Duero y supone un paso más en la limitación de sueldos que entró en vigor hace apenas dos semanas. Para las entidades en las que el FROB tiene mayoría accionarial, salvo Bankia -Catalunya Caixa, Novagalicia- se mantiene el techo de 300.000 euros. Fuente : Las Provincias