Comentaba el otro día con mi amigo @LuisCimadevilla la actividad política y medidas que estaba llevando a cabo el Gobierno. Analizamos cómo podía ser que estuvieran haciendo lo que están haciendo, tomando decisiones que rozan lo inhumano y que al mismo tiempo en sus declaraciones públicas no sólo no se arrepentían sino que se vanagloriaban de todo ello. En esto que me dijo “Es que este Gobierno es un Gobierno sociópata. Analízalo en detalle. Seguro que eso te da para un post”. Lo pensé y creo que no le faltaba razón. Así que, dicho y hecho, aquí estoy.
Sociópata sin fronteras
A pesar de tener una idea más o menos clara y general de lo que es la SOCIOPATÍA busqué información para establecer una comparación más precisa sobre los principales aspectos que la definen este trastorno antisocial de la personalidad. Tal como iba leyendo no podía salir de mi asombro. Las similitudes encontradas entre la definición, rasgos y características del sociópata y la actuación de los miembros del Gobierno y el PP, sobrepasan lo imaginado. Es tan asombroso que me quedé pasmado. Quizás exagere al decir que me da hasta cierto miedo, pero desde luego el análisis comparativo me ha impactado. Tal es así que podría casi afirmar que en la actualidad España esta gobernada por un grupo de sociópatas. Veamos…
En primer lugar se define la psicopatía como “una patología de índole psíquico que deriva en que las personas que la padecen pierden la noción de la importancia de las normas sociales, como son las leyes y los derechos individuales”. Ahí lo llevas! Qué más se puede decir que defina mejor la actuación del Gobierno. Toman decisiones sin importarles la ley, actúan a golpe de su voluntad. Y si ésta es contraria a la ley…se cambia la ley, lo importante es el cumplimiento de su voluntad que además, en este caso, está inspirada en una ideología decimonónica, decadente y fascista. Normal, por otro lado, que no les importen los derechos individuales de los ciudadanos, cada día nos encontramos con titulares en los que se observa el inicio de un camino de no retorno en el recorte de derechos y libertades. Bajo la coartada de la crisis están pisoteando nuestros derechos.
Entre los principales síntomas destacan:
- Ausencia de empatía y remordimiento. Cualquier comparecencia de cualquier miembro del Gobierno o del PP deja entrever sin ningún tapujo la falta de empatía y sensibilidad social en sus decisiones. Vemos como se privatizan hospitales, cierran centros de salud, se imponen tasas a la enfermedad y ellos comparecen impertérritos, con sus grandes sueldos de miles de euros bajo el brazo, hablando de que 5 euros por un traslado de ambulancia o por una receta no suponen nada (que es lo que Cospedal se gasta en una botella de agua), cuando en España hay 2 millones de familias que no tienen ingresos! Y lo dicen tal cual, tan panchos ellos. Sin un atisbo de humanidad ni remordimientos de las medidas adoptadas.
- Deshumanización de la víctima. Pierden la perspectiva de la vida humana. Estamos ante un objetivo mayor, de más trascendencia: el déficit. Y para conseguirlo cerramos ambulatorios, desvalijamos la educación publica, despiden empleados públicos…porque no son personas, sólo son números! No ven lo que hay detrás de cada número, cada historia, el drama de una persona en paro, personas con discapacidad, dependientes, sin ingresos ni cobertura sanitaria. Es sólo un número insignificante al lado de otros que sí son importantes como el déficit, el PIB, la prima de riesgo, el IPC…
- Visión de la autoestima distorsionada. Escuchar cualquier declaración de Aznar o Cospedal confirma esta característica. Se rodean de una grandeur fictia y artificial que muchas veces roza el ridículo.
- Falta de preocupación a las consecuencias. Hay un objetivo y para conseguirlo se hará todo lo posible, cueste lo que cueste sin importar las consecuencias. Ahora el objetivo confesable es el déficit (el incofesable es más retorcido) y para ello se hacen recortes sin importar lo que pueda ocurrir a causa de sus acciones. Como ejemplo recuerdo la imagen de Rajoy en Europa diciendo que la Reforma Laboral le costaría una huelga general como el que cuenta un chiste, le daba absolutamente igual las consecuencias que produjera.
- Motivación por experimentar sensaciones de control y poder. Quieren experimentar la sensación del control y poder absoluto. De ahí que, ayudados por sus medios afines (casi todos) cualquiera que no está en su sintonía pasa a ser radical, antisistema, antodemocráta etc., justificando de esa manera la regulación de nuevas normas y leyes que les de la posibilidad de controlar más aún a la ciudadanía. Sobre esta cuestión las imágenes de las represiones policiales en las manifestaciones y las reacciones de sus dirigentes incitando a la modulación del derecho a la manifestación y el de huelga dan buena fe.
- Megalomanía. Cualquier imagen de un mitin del PP así lo demuestra, al igual que la gestión realizada por su Gobiernos en Comunidades Autónomas y Municipios con obras faraónicas fruto más de delirios de grandeza que de necesidades reales de los ciudadanos (ciudades de las ciencias, centros de investigación sin personal, premios de formula 1, copas Américas…). El culmen de la megalomanía puede ser el aeropuerto del Castellón.
Meganomanía copyright PP
- Egocentrismo. Sentirse el centro del mundo es habitual en el PP. Para ellos la actividad política gira en torno al PP. Es decir, los que están a su favor y los que no. No hay más posibilidad porque su concepción de la política se artícula en función de un único centro, su partido. De ahí que cuando alguien les lleve la contraria se hable de persecución al PP o cuando lleguen a algún tipo de pacto, por mínimo que sea, se habla de gran consenso. Desde una perspectiva individual, y enlazando con la característica anterior, el ejemplo máximo del egocentrismo megalómano puede ser la estatua de Fabra del aeropuerto de Castellón.
- La falta de responsabilidad. Recuerdo que cuando estaba Zapatero en el poder, la crisis era sinónimo de ZP, en cambio cuando gobierna el PP la crisis ya no es responsabilidad del Gobierno ya que se trata de una crisis europea. Igual pasa con la corrupción. En los 90´s cuando el caso FILESA la corrupción era algo SÓLO del PSOE. Ahora que la Gurtel les atosiga se trata no de corrupción del PP, sino de un problema institucional y que afecta a todos los partidos. Exención total de responsabilidad.
- El exceso de hedonismo. Cualquiera que haya visto las ruedas de prensa de los Consejos de Ministros puede entenderlo. Las risas de Montoro, Soraya y cia mientras anunciaban los mayores recortes sociales de la historia de la democracia solamente son comprensibles desde la perspectiva del placer que les puede producir comunicar esas noticias. Se reían en la cara de los ciudadanos, gustándose, se veía que lo estaban pasando bien. Si no fuera así es algo incomprensible.
¿De qué se ríe?
- Constante búsqueda de nuevas sensaciones. No tienen fondo. Cada vez que afirman que no van a producirse nuevas reformas se frotan las manos pensando en donde meterán nuevamente la tijera.
- Altos niveles de impulsividad. Hay que dar imagen de que se están haciendo cosas para encontrar soluciones. De esta manera los anuncios de futuras leyes, acuerdos, pactos… son diarios en la acción política del Gobierno. El número de decretos leyes realizados por el Gobierno es el máximo exponente de la manifestación de la imposición de la voluntad política del Gobierno de manera compulsiva
- Sindrome de aislamiento. Este síndrome se manifiesta como tendencia a evadir o evitar relaciones y/o contacto con las exigencias sociales. Las ausencias del Rajoy en el Congreso de los Diputados le harán pasar como el Presidente que menos ha debatido en la Cámara Baja, de hecho el año pasado hasta anulo el Debate del Estado de la Nación. Un Presidente que rehúye dar explicaciones, enfrentarse a los medios y comunicarse con los ciudadanos. Todavía recuerdo la imagen de Rajoy saliendo cuasiescondido del Senado para evitar a los periodistas.
Lo que no termino de comprender es como un partido así haya conseguido más de 10 millones de votos. Es ahí cuando entra en juego la seducción. “La seducción es la base que permite el acto psicopático y se produce mediante una transferencia bidireccional donde la propuesta del psicópata encuentra eco en las apetencias del otro, dado que una característica fundamental de la personalidad psicopática es la habilidad para captar las necesidades del otro. Este mecanismo se articula cuando el psicópata convence al otro de que él le es infinitamente necesario para suplir necesidades irracionales que éste no puede detallar.” Supongo que este será el quid de la cuestión, millones de personas, ávidas de soluciones, se vieron seducidas y entendieron que el Partido Popular era “infinitamente necesario” para salir de la crisis.
Teniendo en cuenta todas estas características no me cabe ninguna duda España está gobernada por un partido sociópata, el PP.
Mi amigo @LuisCimadevilla tiene toda la razón