“La democracia es la necesidad de inclinarse de cuando en cuando ante la opinión de los demás”
Sir Winston Churchill
Mira tú por donde. Ahora que se han visto contra las cuerdas, en el gobierno se dan cuenta de que el sistema electoral que tenemos es un desastre. Es raro pero razón no les falta.
Padecemos un sistema electoral caduco y con muchas cosas que mejorar, tantas que lo mejor sería dejarnos de parches, tirarlo y crear uno nuevecito, a estrenar, acorde con la situación social actual. Este se quedó anclado en los años de la transición en los que nos dicen, se necesitaba cargarse a los partidillos minoritarios y extremistas para así poder consolidar y estabilizar la democracia, lo consiguieron, la hicieron tan estable que ahora no hay Hércules que pueda mover nada para poder avanzar un poquito.
La idea de “arreglar” la Ley Electoral sería buena si no es porque esta gente, más peligrosa que un chimpancé con una escopeta, suele transformar todo lo que toca en una desgracia. Nos han demostrado ya muchas veces que son como el Rey Midas pero al revés. Pretenden timarnos, como otras veces, y que nos traguemos una jugada de trileros como reforma electoral.
Pretenden que consintamos esta especie de golpe de estado, un tanto chungo, que nos están preparando para perpetuarse. Me explico: Resulta que ahora que se han dado cuenta de que desde las últimas elecciones y la llegada de gente como Podemos (a quien temen más que a la Parca) algo ha cambiado y que el chollo se les acaba. Va y justo ahora quieren modificar la ley para que la elección de alcaldes sea directa y que, según ellos, se siente en la silla eléctrica (perdón, ¿en que estaré pensando? Quería decir en el sillón de alcalde) la lista más votada, impidiendo los temidos pactos y privándonos de la emoción que entrañan algunos acuerdos surrealistas que hemos visto estos años.
Con ello creen que se aseguran mantener la mayor parte de alcaldías. Olvidan que llevan décadas valiéndose de esas artimañas para robar o mantener alcaldías contra viento y marea y que pueden ser víctimas de su propio remedio. Eso nos demuestra, una vez el “espíritu deportivo” de esta gente, mientras gano yo adelante, pero si pierdo, rompo la pelota.
Nos quieren vender que así es más justo y democrático. Pero si te paras a pensar, los griegos (que sabían hacer más cosas que yogures cremosos) decían que democracia es el gobierno del pueblo (más o menos) y con esta reforma se impide justamente que un conjunto de partidos que representan a la mayoría de los electores se junten para evitar a un alcalde que, en realidad, tiene una minoría de votos de sus conciudadanos.
No se que les parecería a los pensantes señores de Moncloa que la elección se hiciese a dos vueltas, en la primera se presentan todos y en la segunda los más votados. Con ello conseguiríamos que los “amaños” se hiciesen entre la 1ª y 2ª votación y seríamos nosotros mismos los que diríamos si el pacto propuesto nos gusta o no. ¿No sería más lógico?.
Lo que parece claro es que a esta gente les importa un pimiento si el ayuntamiento no funciona o es algo ingobernable, prefieren seguir con las engañifas a que nos tienen acostumbrados. Si la alcaldía está en manos de alguien que no tiene respaldo no se puede hacer nada, queda todo en una situación de bloqueo que no lleva a ninguna parte. Igual es esto lo que quieren porque lo de esta gente no tiene límites. Parece que prefieren el gozo de decir que tienen la mayoría de ayuntamientos a gobernar de forma eficiente, honrada y transparente. Son así de mezquinos, es lo de siempre, un timo de magnitudes siderales. Aunque creo que ni ellos mismos están seguros de que esta vez funcione, hasta Rita Barberà ha retirado ya su coche de la plaza donde estaba ya semi fosilizado durante veinti-pico años ¿premonitorio?. De todas formas, ¿No sería de tontos por nuestra parte pensar que esta gente, que acumula tantos escándalos e imputaciones, ellos que se ha esforzado tanto en degenerar y destruir la democracia, sean justo ahora los que quieran regenerarla? Yo desconfío.