Escribe: Rogger Alzamora Quijano
Nota del Autor.- Gracias a la nueva interfaz de Goear
podemos disponer de mejores herramientas para escuchar nuestra música
preferida. Este blog, entonces, ya podrá husmearse desde cualesquier juguete
disponible: iPad, iPod, iPhone, Android y demás engendros, con tanta rapidez
como calidad. Aleluya.
El viernes 22 de marzo pasado murió Bebo Valdés, el
inigualable pianista cubano, a los 94 años de edad. Eligió para tal
acontecimiento la hermosa Estocolmo, ciudad donde vivió por 40 años junto al
gran amor de su vida, después de optar por el exilio en 1960. Creador,
innovador, pianista excluyente, virtuoso y elegante, grandioso y humilde,
afectuoso y firme, eximio transmisor de delicados y cálidos sonidos, Bebo,
antes de su desarraigo, se codeó con los grandes exponentes de la música cubana
y latina, Cueva, Romeu, Cachao, Moré, Getz, Cole, Gatica, Laserie. Con este
último emprendió la gira que significaría su voluntario alejamiento de la isla
para recalar en la capital sueca, tocando allí en hoteles y bares y asumiendo
un corajudo anonimato después de haber vivido en la cima de la popularidad. Pocos
tan valientes como él para comenzar desde cero.
En 1994 grabó con Paquito D’Rivera el que sería uno de sus
mayores éxitos discográficos, el cual prácticamente significó el comienzo de su
rescate como gran pianista: Bebo Rides Again. Poco tiempo después, el director
y melómano Fernando Trueba lo contactó para participar en su ya legendaria
película documental “Calle 54”, junto a grandes estrellas de la música latina
como Michel Camino, Tito Puente, Paquito D’Rivera, Gato Barbieri, Israel López
“Cachao”, Eliane Elías, Chano Domínguez, Jerry González y su propio hijo,
Chucho Valdés. Fue este el momento de su real consagración, esta vez en todo lo
alto del firmamento musical, contando con medios de difusión, inexistentes en
los 60’s cuando su primer encumbramiento. Trueba colocó a Bebo frente a su hijo
Chucho –otro gigante de la música cubana-, en un diálogo de pianos que ha
pasado a la historia. Como relata el propio Trueba, padre e hijo se veían
después de 10 años. Apenas se abrazaron tiernamente, fueron al estudio. Dieron
a luz una incomparable versión de “La Comparsa”. Cuatro minutos y treinta y un
segundos de deleite, sincronía de estilos, nobles silencios y valiosas miradas
que lo saben todo de la música y del amor filial. Inolvidable la mirada, el gesto
de Bebo, cediéndole el cierre a su hijo, quien encuentra las dulces notas
finales de un épico dueto que difícilmente podrá repetirse.
Después del acierto de Trueba, le siguieron a Bebo más
éxitos, premios y halagos. Todos muy justos, pero algo tardíos. Hizo con Diego
el Cigala “Lágrimas Negras”. Le siguieron giras, entrevistas e invitaciones en
todo el mundo, Grammys, discos de platino, pero ya Bebo había llegado a las
postrimerías de su vida. Luego, como era de esperarse, se fue retirando
silenciosamente, sólo para ceder ante el Alzheimer. Sólo así dejó de dedicarle cada día sesenta
minutos a repasar las escalas aprendidas 80 años antes.
Su alojamiento temporal en Benalmádena terminó con un pedido
muy suyo para retornar a Estocolmo, su paraíso, la ciudad que lo adoptó y que
sería su aposento final, antes de partir al cementerio de los inmortales.
La Comparsa (Ernesto Lecuona):
“Bebo rides again” fue una idea de Paquito D’Rivera que el
gran Bebo supo aprovechar. A los 76 años compuso la mayoría de los temas en las
últimas 36 horas y aunque él manifestó después que tal intensidad le había agarrotado
los dedos, lo cierto es que su participación en el álbum es un dechado de
virtudes. Cada tema es distinto, los arreglos sensacionales, Paquito enorme y
Bebo gigante. Un disco de colección. Sólo recuerdo un paralelo por sus características:
Kind of Blue, de Miles Davis.
Anda (Bebo Valdés)
Pa’ goza-(Niño Rivera)
Pan con timba- (Bebo Valdés)
“Calle 54” - La película
(Nota.- La Comparsa, dueto de Bebo y Chucho se encuentra alrededor de 1 hora y 30 minutos de iniciada esta película, es decir, poco antes del final).
Créditos:
Calle 54, documental infaltable para todo melómano.
Dirección – Guión : Fernando Trueba
Producción: Cristina Huete, Fabienne Servan- Schreiber,
Fernando Trueba.
Música: Graeme Revell
Duración: 105 minutos
Año: 2000
Bebo Rides
Again (1994), sello Nuba Records,
S.L.:
Piano, arreglos, mezcla, masterización y dirección musical :
Bebo Valdés
Saxo alto y Clarinete, masterización y mezcla : Paquito D’Rivera
Trombón : Juan Pablo Torres
Trompeta y Fliscorno: Diego Urcola
Carlos Emilio Morales: Guitarra eléctrica
Joe Santiago: Bajo
Carlos “patato” Valdés: Congas y bongó
Gabriel Machado: Congas y bongó
Gerardo Rosales: Congas, bongó, güiro, maracas
Amadito Valdés: Timbales
Arreglos: Chucho Valdés