El gran devorador espacial

El devorador espacial.
Puede que el titulo de este artículo confunda un poco, ¨El gran devorador espacial¨ ¿Qué han pensado? Cuando hablamos de devoradores espaciales las mentes de las personas generan, inconscientemente, la imagen de un monstruo, habitualmente algún tipo de pulpo, un krakent gigante al más puro estilo Lovecraft, una inmensa criatura tan grande como un planeta que se mueve por la galaxia. Un terror cósmico viviente.
Pero no hablaremos de seres vivos surcando la profundidad del espacio como si fuera un océano, al menos no en esta ocasión, y para ver ese terror cósmico tenemos que mirar antes a la Tierra, donde vivieron nuestros ancestros.
La primera imagen que tenemos aquí es un cuadro pintado por Goya, sólo quiero que lo observen ¿Qué les produce?
El nombre del cuadro es ¨Saturno devorando a sus Hijos¨

Saturno fue un dios de la agricultura y la cosecha de la mitología romana. Saturno era representado en pinturas y estatuas como un anciano con una larga y espesa barba canosa y portando una hoz o guadaña en sus manos. Una típica figura de un agricultor, un hombre de campo. Para los romanos era un gran dios, pero para los griegos… era algo muy distinto.
Si viajamos a la antigua Grecia podríamos ver los vestigios de Saturno, el cual era conocido por otro nombre; Cronos.

Cronos también es representado con una hoz o guadaña, pero no por ser el dios de la agricultura, si no por que usó como arma una hoz para castrar y destronar a su propio padre. Para los griegos Crono no era el dios que traería prosperidad a los campos, si no el titán que suponía un peligro y que traía consigo caos y desorden.
Este titan había derrocado a su padre de el trono de los dioses, y temía que uno de sus hijos pudiera hacerle lo mismo que él hizo a su padre, así que cada vez que nacía un hijo suyo, él lo devoraba.
Un devorador de bebés no es un ¨Devorador espacial¨, me diréis, pero lo que viene a continuación os sorprenderá.
Saturno y Cronos, quedaos con esos dos nombres, pues son importantes cuando alcemos la vista al cielo.
Saturno es nuestro primer nombre, y es donde vamos a viajar. Todos conocemos lo básico del sistema solar, o al menos somos capaces de nombrar los planetas más importantes; Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
¡Ah! Tenemos un Saturno en nuestro sistema solar, puede parecer algo azaroso, Saturno es un planeta más, nada alarmante, nada a considerar como un devorador.

Saturno, como planeta, es tan inocente como la divinidad griega. Saturno está compuesto por un núcleo relativamente pequeño y una enorme masa atmosférica gaseosa de hidrógeno y Helio, pero entre la atmósfera y el núcleo tenemos un extenso manto de hidrógeno líquido, digamos que sería una especie de océano denso y mortal.
Posiblemente los anillos de Saturno, en su mayoría, estén formados por hielo, agua congelada que escapó hace miles de años del propio Saturno, dicho de otro modo, los anillos de Saturno son sus propios hijos.
Nuestra inteligencia nos dice que, muy posiblemente uno de esos fragmentos caiga al planeta y se funda dentro de él, pero un trozo de hielo fundiéndose con un mar de hidrógeno no nos aterra. ¿Pero y si lo hacemos más grande?
Saturno devora a sus hijos, Saturno devora a las propias rocas de hielo de sus anillos, pero si salimos del sistema solar y buscamos bien, podemos ver algo impactante.

Cronos, el nombre violento también tiene su lugar en el filmamento. En un lugar relativamente cercano encontramos un par de estrellas. Un sistema de estrellas gemelas.
Krios y Kronos, un sistema binario donde encontramos un hermoso planeta por casualidad.
Kronos es una estrella que es similar a nuestro Sol, en su sistema tiene un planeta que es similar a nuestra Tierra, hemos descubierto un nuevo planeta habitable.

Comenzamos a analizar ese planeta, podemos ver continentes, como los de la Tierra, Océanos de Agua, como los de la Tierra, Formaciones de nubes de lluvia y tormentas, como en la Tierra, y vemos también algo plateado en la órbita de ese planeta, lo que podríamos interpretar como que ese planeta tuviera vida inteligente y, al igual que nosotros, pudieran haber construido una estación espacial.
Los astrónomos y científicos dirigieron su mirada ahí, a ese planeta, el planeta hermano de la Tierra que estaba en la zona de Kronos, querian estudiar si realmente en ese planeta habría vida, para ello habría que estudiar el planeta y su estrella.
Kronos era una estrella similar al Sol, pero con algunas peculiaridades, Kronos tenía, y tiene, una composición química muy inusual. Aunque Kronos y Krios eran hermanos, Kronos desctacaba por tener una composición donde eran abundantes el hierro, silicio, magnesio y litio.
Estos son metales que están presentes en la composición de planetas rocosos como la Tierra, son materiales de terraformación muy comunes en planetas, pero poco comunes en estrellas. ¿Cómo se habría formado esa estrella?

La respuesta la tiene ese planeta Hermano de la Tierra.
Ese planeta, que ni siquiera fue bautizado a tiempo escondía un gran secreto, no formaba parte de el sistema de

Kronos, al contrario, el planeta había sido atrapado por la atracción de Kronos y de dirigía sin remedio a Kronos, hasta chocar con él
Kronos se había comido a ese planeta, lo fundió en su interior, sin importar si quizas ese planeta tuviera vida o fuera un planeta listo para habitarlo, o quizás un planeta yermo, Kronos, sin piedad alguna, devoró un planeta similar a la Tierra, tanto en tamaño como en composición.

Este es nuestro primer titan, nuestro primer devorador de planetas cruel.
Los científicos pronto encontraron el secreto de la composición de Kronos, la estrella tenía tantos elementos planetarios que tendría que haber devorado el equivalente a 15 planetas Tierra, los cuales tenía fundidos en su interior.
Este es uno de los grandes terrores cósmicos, ni tiene vida, ni es un ser consciente, ni tiene maldad, solo es una fuerza de la naturaleza indiferente a todo.

Hay que puntualizar que si nuestro Sol se tragara todo lo que le rodea, osea, que si el Sol se tragara todos los planetas del sistema solar, ni siquiera tendría tantos minerales como Kronos, por lo que podemos deducir que, o Kronos se ha tragado 15 planetas tan ricos en minerales como la Tierra, o se ha comido decenas de centenares de planetas yermos.
Así que cuando alces tu vista en la noche y mires a las estrellas, piensa que, muy posiblemente puedas estar viendo a esa estrella llamada Kronos, el gran devorador de planetas, el cual solo está a 350 años luz, el cual descansa con su pacífico hermano Krios, mirando indolentes todo lo que pasa a su alrededor.

Capitán Cid, Artemis