
La belleza y la armonía implementadas desde la estética y elegante puesta en escena no encuentran un reflejo fiel en el mar que comprende la narrativa elegida por Baz Luhrmann. El trabajo de dirección de fotografía es tan delicado y prolijo que por momentos hasta traspasa la línea visual que el espectador está dispuesto a tolerar. El relato tiene algo de eso, el melodrama al que se nos sumerge tiene pasajes tan densos y cursis que resulta empalagoso. En este drama romántico enmarcado majestuosamente en los años´20, el factor sobresaliente queda a cargo de la función destinada a impactar al sentido óptico del público a partir de una decoración, maquillaje y ambientación sublimes. Todo es muy pomposo, a excepción de la historia y su pertinente modo de contarla.

LO MEJOR:todo lo referente a lo estético. Filmación. Actuaciones. LO PEOR:falla en el modo seleccionado para contar los hechos. No conmueve. Innecesariamente lenta.
PUNTAJE:5,2