Puntuación @tomgut65: 7/10
Revista Cine
El stop motion, la animación fotograma a fotograma, es el ingrediente que permite a esta película trascender por algo más que por un mensaje ecológico precoz e ingenuo o por su inofensiva crítica social. Willis O´Brien, animador del legendario "King Kong", dio aquí la primera gran oportunidad a su pupilo Ray Harryhausen de iniciar el camino para superar al maestro y forjar su leyenda. No hallaremos unos efectos tan descollantes como si lograría en posteriores trabajos, pero ya es una muestra del ingenio y el talento portentosos que marcarían toda su trayectoria. Y por detrás se hallaba en labores de producción un tal John Ford. Tal convergencia de aptitudes se dan pocas veces en la pantalla. Una buena manera de aprovechar noventa minutos.