Revista Cine
Hace unos días estaba disfrutando de un concierto grabado hace años: un escueto cuarteto encabezado por el pianista Oscar Peterson compartiendo diabluras musicales con el guitarrista Joe Pass y de pronto me di cuenta que a estas alturas todavía no le había dedicado a Joe ni una entradilla de compromiso a pesar de lo mucho que me encanta.
Joe Pass fue para mí un feliz descubrimiento a raíz de haberle escuchado en algún disco de Jazz -seguramente alguna joya de la Serie Pablo- que compré por el nombre de alguno de sus habituales compañeros en las grabaciones y conciertos promovidos por Norman Granz.
Nacido en 1929 y fallecido en 1994 a causa de un cáncer que nos privó a todos los aficionados del buen jazz de la posibilidad de asistir a un nuevo concierto del maestro, Joe Pass fue y sigue siendo en mi opinión el más grande guitarrista que jamás se dedicara al jazz, por el absoluto dominio de su instrumento y por el sentido musical del artista que, liberado de forma genial de las ataduras mecánicas del mástil y las seis cuerdas, explota en cualquier melodía con fuerza, carácter y limpieza.
Veamos, si nos dejan, algunos fragmentos de una excepcional carrera musical, momentos que algunos afortunados vivieron en directo:
Una estupenda versión de la conocida composición de Jerome Kern All the things you are para empezar, en la que podemos observar como Joe lo mismo toca con púa que sin buscando en todo momento el sonido apropiado, la pulsión necesaria.
Y absolutamente solo ofreciendo su visión de la famosa nana de Gershwin en su ópera Porgy & Bess: Summertime
Me refería al principio a un concierto con Oscar Peterson y hete aquí que, buscando, encuentro otro, celebrado en Italia en 1985: el conjunto es lo que se denominaba Oscar Peterson Trío, añadiendo de inmediato el nombre de los otros dos componentes.
Los aficionados al Jazz ya se imaginarán lo que puede pasar cuando se encuentran Joe y Oscar encima de un escenario, dos músicos excepcionales, colegas y grandes amigos que han tocado juntos cientos de veces y siguen jugando a provocarse, musicalmente hablando. Del tercero, que al principio parece un simple testigo mudo, tan sólo diré, para los legos, que para algunos críticos fue el mejor bajista de jazz y por descontado el más grande de los que hayan salido de Europa: un día habrá que dedicarle una entradita también a ese tipo nórdico.
Es decir, que vamos a ver a un trío excepcional haciendo diabluras jazzísticas con un tema archiconocido como es Sweet Georgia Brown
Si os ha gustado, otro día podemos dedicarlo a piezas de ese trío tan genial.
Pero antes vamos a dedicar unos momentos a comprobar como el gran guitarrista se atreve a acompañar con su guitarra a una venerable cantante que tiene que apoyarse en un folio porque no se acuerda de la letra de la famosa canción Cry me a river y aún así, ambos recrean una versión absolutamente maravillosa. Cosas que pasan en el Jazz.
Claro que Joe Pass sabía tomárselo con mucha tranquilidad y paciencia, porque sabía, como dice la canción que They Can't Take That Away From Me
De la versatilidad de Joe Pass nadie podrá dudar después de ver el siguiente vídeo en el que, acabando el bueno de Joe de tocar el solito, por el lateral se le aparece de nuevo la venerable cantante que le tira un piropo y le pide cantar con él: esta vez Ella no usa papel ninguno porque no se acuerda de la letra: simplemente, sesión de scatt en base a la música de Meditaçao del maestro Antonio Carlos Jobim y asunto zanjado.
Por último, veamos una de las muchas versiones que, sobre composiciones de Duke Ellington hizo Joe Pass, en esta ocasión con el apoyo de un bajo y una batería recreando un clásico : Satin Doll
Espero que los vídeos os hayan gustado.