Revista Espiritualidad
Intentar conocernos desde el miedo es alejarnos de nuestro centro, de nuestra esencia, lo único que lograremos conocer son los obstáculos que cercan nuestra auténtica identidad, Por eso, una forma muy eficaz de manipular a las personas, lo cual requiere que no reconozcan su propio poder, es mantenerlas en un cierto temor, éste garantiza que nuestro nivel emocional sea denso. El autoconocimiento requiere hacer livianas, esenciales, a nuestras emociones. Esta es la razón por la cual el sentido del humor es fundamental para llegar a descubrir nuestra auténtica naturaleza. El gran obstáculo al viejo principio socrático es el juzgarnos, una vez aprendamos a reconocer cuándo lo estamos haciendo viene el gran paso del autoconocimiento: reírnos de nuestros juicios para no sentirnos culpables por haber juzgado, la culpa no soporta la risa inocente del corazón, cuando la siente sale huyendo de nosotros.
La risa inocente la culpa espanta
Querido lector, es así de simple, los caminos auténticos no han de ser complicados, pues si lo fuesen llevarían nuestro nivel emocional al drama, es decir al laberinto de la dualidad, en el que como en un salón de los espejos no haríamos más que ver deformada nuestra auténtica identidad. Por suerte contamos con la sabiduría de la inocencia y su gran don: la alegría. Esta sabiduría nos muestra el poder de la mirada pura, que pone alas a nuestra vida ... Pruébalo la próxima vez que te sientas culpable: llama a tu niño interior y escucha su risa … empezarás a sentirte ligero, con ganas de volar ... es infalible, ¡pruébalo!