El gran potencial que llevamos dentro

Cuando de retos se trata, el ser humano siempre se ha caracterizado por su capacidad de respuesta adaptativa ante estímulos amenazantes, inesperados, predecibles o planeados. En materia de ejercicio físico, el organismo del hombre y la mujer es quizas el mecanismo que opera con mayor complejidad y cuyo funcionamiento se encuentra ligado a la magnitud del esfuerzo al que es sometido; no obstante, en muchas circunstancias de la vida no todas las personas tienen las habilidades cognitivas y físicas para vencer positivamente situaciones concretas de estrés que ponen a prueba el orgullo, ego, mente, cuerpo u otros aspectos que pueden ser de suma importancia para quién vive esa experiencia.

En mi camino recorrido en el ámbito laboral como instructor, preparador físico y entrenador personal, he sido testigo de como muchas personas tratan de iniciar de la mejor forma con un programa de ejercitación que obedece a objetivos muy concretos que sin duda se pueden alcanzar en un periodo de tiempo razonable cuando se consideran diversos factores que son parte del proceso; sin embargo, la experiencia me ha mostrado también casos en los que la motivación inicial hacia esa meta disminuye con rapidez producto de la ansiedad y frustración ante los pocos avances percibidos y tangibles, conduciendo a las personas hacia tendencias de rechazo ante el fracaso; personalmente y como testimonio se lo que eso se siente, pues aunque mi profesión implica estar en una adecuada forma física para muchas situaciones, han habido momentos en los que la convicción no ha sido suficiente y el cuerpo no ha contado con la energía necesaria para concluir exitosamente con la tarea impuesta;  ya sea corer una distancia, completar una cantidad determinada de repeticiones en un tiempo, levantar más peso o cualquier otra que sobrepase los límites que cada uno tenemos.

A pesar de la decepción que se pueda sentir en ese momento, situaciones de ese tipo muchas veces ante la conformidad y estancamiento resultan muy positivas si son vistas desde una perspectiva optimista, constructiva y promisoria, pues emocionalmente para cada uno pueden representar un momento en el que tomamos con calma un espacio para analizar y evaluar que sucedió, el porqué y como se podría solucionar. Soy partidario de que absolutamente todas las personas tienen mucho que dar, que la diferencia entre una u otra es cuestión de actitud; que a pesar de los límites genéticos que cada uno tenemos, día a día con mucho esfuerzo, dedicación, constancia y aprendizaje, las mejorías van a llegar, que ese duro camino que para muchos es el gimnasio, las zonas al aire libre o cualquier otra que sea especial para dedicar ese tiempo de ejercitarse, se consolide y adquiera muchísimo valor, pues para los que aún no están convencidos, la práctica de ejericicio físico es un compromiso de toda la vida y para su disfrute pleno y lleno de calidad en el futuro su práctica juega un rol crucial como ente protector, preventivo, que trata y mejora el estado del ser humano ante la incidencia hacia enfermedades crónicas no transmisibles, o bien por el simple disfrute de retos propios de una disciplina deportiva o afin que amerite dar cada día nuestro cien por ciento o más.

Es importante ser claros y conscientes de nuestras capacidades, reconocer nuestros límites y tener en cuenta que los avances son lentos pero muy importantes, que todos si así lo queremos podemos dar cada vez un mayor esfuerzo, que el éxito en lo que hagamos puede llegar en ese preciso momento, mañana, en unos meses o un plazo mayor, pero si hay perseverancia, humildad, deseos, constancia y mucho trabajo, sin duda alguna va a llegar eso que tanto anhelamos sea en materia de ejercicio, ámbito laboral o vivencia personal.

En cuanto al ejercicio es importance dar a conocer que no existen verdades absolutas, que existen muchísimas formas de orientar procesos de entrenamiento dirigidos a objetivos muy específicos para cada persona y que el método que se vaya a utilizar muchas veces puede que no sea el ideal; más sin embargo el conocimiento que vamos a adquirir de como funciona nuestro organismo nos va a permitir sacarle un mayor provecho cuando se hagan los ajustes necesarios en los programas para encaminarlos de manera correcta hacia la meta. Se requiere paciencia, de contar con personal calificado que nos de una excelente guía basada en sustento acádemico actual, experiencia y la anuencia propia para aprender, informarse y confiar en quién realmente demuestre que es capaz de conducirnos al éxito con respeto y una elevada etica profesional.

Nunca piense que no puede, piense que es una oportunidad para ser mejor.

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