Revista Comunicación

El gran showman

Publicado el 06 enero 2018 por Universo De A @UniversodeA

El musical que cierra y comienza el año

El gran showman

Sinopsis y ficha técnica

Pasen y vean… y entren en la fascinante imaginación de un hombre que pretendió mostrar que la vida misma puede ser el espectáculo más emocionante de todos. Basada en la leyenda y las ambiciones del empresario de la cultura popular estadounidense, P.T. Barnum, llega una inspiradora historia que cuenta el camino de la pobreza a la riqueza de un intrépido soñador surgido de la nada para demostrar que todo lo que puedas imaginar es posible y que todos, sin importar cuán invisibles sean, tienen una formidable historia digna de un espectáculo de categoría mundial.

El cineasta australiano Michael Gracey debuta como director con El gran showman, una historia que, con la increíble energía de Barnum, estalla en un reino de ficción imaginado con audacia, lleno de contagiosas canciones pop, bailes glamurosos y una celebración del poder transformador del espectáculo, el amor y la fe en uno mismo. Gracey mezcla canciones originales de los ganadores del Oscar®, Benj Pasek y Justin Paul, (La ciudad de las estrellas-La La Land) con un reparto de talentos multifacéticos encabezado por el nominado al Oscar®, Hugh Jackman, para sumergir al público en los orígenes del entretenimiento de masas y las grandes celebridades en la década de los setenta… de 1870. El resultado es una oportunidad de adentrarse en el recientemente conmocionado mundo de la edad dorada posterior a la Guerra Civil de Estados Unidos -a través del lente visceralmente actual de la cultura popular que en aquel entonces acababa de despertar.

Actores El gran showman

  • Kevin DwaneWhite Tie Admirer
  • ZendayaAnne Wheeler
  • Rebecca FergusonJenny Lind
  • Hugh JackmanP.T. Barnum
  • Zac EfronPhillip Carlyle
  • Michelle WilliamsCharity Barnum
  • Paul SparksJames Gordon Bennett
  • Keala SettleThe Bearded Woman
  • Gayle RankinQueen Victoria
  • Jacqueline HonulikBaroque Woman
Dirección
  • Michael Gracey
Producción
  • Laurence Mark
  • John Palermo
  • Hugh Jackman
Producción (ejecutivo)
  • Donald J. Lee Jr.
Guión
  • Bill Condon
  • Jenny Bicks

Comentario previo

Siempre es emocionante y excitante el estreno de un nuevo musical en los cines, con toda probabilidad, es el gran momento de la temporada cinematográfica, por ello las expectativas siempre son altas… y este, por su estreno, cerraba el año y daba el pistoletazo al siguiente, marcando en cierta manera el presente y el futuro del musical, al menos simbólicamente.

Sin mencionar que en el reparto figuraban varios nombres de sumo interés para el género, como: Hugh Jackman (que aunque es más conocido por las películas de X-men, lo cierto es que tiene un pasado en el musical muy interesante, empezando en el West End londinense), Zac Efron (cuyo forjamiento y triunfo se debe absolutamente al musical); Zendaya (conocida por Disney Channel); y la eficaz Michelle Williams a la que siempre se la ve vinculada a proyectos preciosos y de gran calidad (como este o este)… así pues las perspectivas sonaban sumamente buenas; incluso con un director desconocido, o un guionista que no siempre es fiable (Bill Condon), sin mencionar una música en manos de unos compositores sólo relativamente confiables….

Sea como sea, con todo, la temática sonaba extremadamente atractiva: una biografía musical de Barnum, el inventor del circo y, muy en parte, del concepto de espectáculo que tenemos hoy día, sonaba algo glorioso para una película de este género… si a ello le sumamos un tráiler sumamente espectacular, las expectativas favorables estaban servidas para que realmente se hiciera real en las pantallas “el espectáculo más grande del mundo”.

Crítica

Desde finales del siglo pasado, se ha entablado una gran batalla en el género del musical, por una parte, están los que siguen el estilo tradicional y no desechan y desprecian todo lo que se ha creado hasta el momento, que ha conseguido conformar un estilo muy particular y reconocible que muchos adoramos; y por otra parte están los rompedores, que utilizan música absolutamente contemporánea (por tanto, podemos incluir el subgénero de musical de recopilación dentro de este apartado) para lograr congeniar con más público; estos, generalmente, o son grandes fiascos o salen muy bien, no hay término medio. Y es lógico que sea así, puesto que, por una parte, a menos que sean realmente buenos suponen una traición al género que difícilmente los fans de este perdonarán (que esperan, como ya he dicho antes, algo muy concreto) y no siempre consiguen convencer a aquellos a los que el musical no les gusta… Creo que el mejor ejemplo de todo esto se dio en la segunda temporada de aquella magnífica serie que fue “Smash”, cuando dos musicales, uno tradicional, “Bombshell” y otro rompedor “Hit list”, compitieron por el favor del público… el resultado no convenció a la audiencia; por otro lado, la técnica que utilizaron fue muy obvia, querían ganar más adeptos usando música moderna… pero eso espantó a muchos, independientemente de la calidad del producto, que seguía siendo enorme… y esta comparación y comentario que acabo de hacer no es en absoluto arbitrario, puesto que los compositores de esta película también participaron en “Smash”… pronto hablaremos del resultado de ello.

Y efectivamente, “El gran showman” es uno de esos musicales rompedores, algo peligroso, pues depende exclusivamente de la calidad de su banda sonora (de la que ya hablaré), que, al contrario que en el musical de recopilación, no es un éxito comprobado, fiable y fácilmente explotable con determinado tipo de público.

Pero muy desgraciadamente, la película no termina de estar a la altura de lo esperable, pues se la ve manipuladora y cursi, está demasiado fabricada, hecha con piloto automático, como si intentara seguir la receta del éxito para contentar a todo el mundo.

Todo ello se comienza a ver en el propio guión, en el que se transforma, como por arte de magia, a Barnum, que fue un estafador y un cínico (y el mismo lo reconocía), en el nuevo héroe americano, que cuenta con todas las virtudes que debe tener un ciudadano ejemplar… sale a relucir el viejo sueño americano, valores familiares… etc, y en general un mensaje sumamente manido, tópico y conservador… la verdad es que el gran problema del guión es que parece hecho siguiendo un manual, porque todo es predecible a más no poder y tienes la permanente sensación de déjà vu, puesto que todas las situaciones, acciones, historias y emociones que se ven, te da la sensación de haberlas visto mil veces antes en otros muchísimos productos narrativos. En conclusión, no se puede encontrar originalidad alguna en el guión.

En cuanto a la cuestión histórica, aunque efectivamente el guión sigue los parámetros básicos de la vida de Barnum, lo cierto es que lo cambia y reinterpreta todo a su gusto (de maneras sumamente cuestionables y poco honorables hacia la verdad o la auténtica realidad), el cual, como ya he dicho, es sumamente hagiográfico, favorecedor e incluso oportunista… de modo que en ese aspecto se debe coger el filme con pinzas y mucha precaución.

Muy desgraciadamente, otro de los grandes fallos de la película, y especialmente imperdonable siendo un musical, es que la banda sonora deja mucho que desear, las canciones de Benj Pasek y Justin Paul resultan ruidosas y no se integran bien, ni con la trama, ni con el resto de la película… en definitiva, chirrían (uno de los momentos más obvios es cuando una cantante de ópera famosísima, canta una balada pop en cuya melodía no hace ni el más mínimo o ligero guiño al género lírico… no creo que costara tanto ponerle unos cuantos gorgoritos para disimular, creo yo). En realidad, las canciones de la película de la que hago la crítica, tienen más poder emocional debido a la magia de los números musicales, muy trabajados visualmente, que a la calidad de la música. No obstante, sí me gustaría destacar algunas como “A million dreams” o “Never enough”.

En cuanto a la dirección de Michael Gracey, es sumamente académica, sabe que está haciendo una superproducción, un pretendido blockbuster, y lleva a cabo su trabajo con una espectacularidad artificial, una vez más, también de manual… aunque se le nota mucho la falta de experiencia, puesto que la elección de los planos, muy especialmente en los números musicales, llega a sacarte totalmente de la magia que el género requiere.

En cuanto al resto del apartado técnico (fotografía, vestuario, dirección artística), cumple su función y hacen lo esperable, preparar algo grandilocuente y que resulte grato a la vista… una vez más: objetivo, ser un producto de consumo masivo.

En lo que respecta a los actores, comento unos cuantos:

-Hugh Jackman: se había implicado desde el principio mucho en el proyecto, pues quería volver a hacer un musical, y desea desesperadamente que la película triunfe para poder seguir haciéndolos… la verdad es que es un actor que luce mucho en este género, pero, desgraciadamente, los mejores tiempos de su voz para el canto han quedado atrás (como ya se atisbaba claramente en “Los miserables”).

-Michelle Williams: no sé por qué, pero esta actriz nunca me ha gustado, quizás porque me parece inexpresiva, parada o que sólo sabe hacer versiones ligeramente retocadas de sí misma… pero tengo que reconocer que, revisando las críticas que hice anteriormente de películas en las que salía ella, mis valoraciones de esta actriz siempre han sido muy positivas (como esta o esta), de hecho sobresalientes, y que siempre me ha convencido absolutamente en todo lo que ha hecho… en “El gran showman” no es una excepción, y de hecho, es de lo mejor del reparto, como actriz y como cantante.

-Las niñas que hacen de las hijas de los dos anteriores: preciosas y muy inspiradas, gran elección de reparto infantil.

-Zac Efron: todos lo conocimos gracias a los telefilmes de Disney Channel que lo convirtieron, inesperadamente, en una gran estrella, después, el chico ha sabido gestionar adecuadamente su carrera… y ahí sigue. Con todo, ver su evolución, y descubrir su voz cantada de adolescente a adulto es una razón más que interesante para ver esta película… desgraciadamente, mucho me temo que, como en el caso de Jackman, sus buenos tiempos de cantante quedaron atrás.

-Zendaya: también salida de las filas de Disney Channel, nos descubre que es algo más, y que tiene más talento que hacer una de esas series exageradas y sobreactuadas del canal.

-Rebecca Ferguson: de gran belleza, demuestra un sorprendente magnetismo: la cámara la adora y se apodera de todas sus escenas. Y su espectacular voz cantada tampoco se queda atrás.

Ciertamente, no ha faltado quién califique esta película como un nuevo “Moulin Rouge”, y tiene lógica, pues el aspecto es sumamente similar en todo, sin embargo, la diferencia con la película de Luhrmann es que esta funcionaba perfectamente y era sumamente original… desgraciadamente, “El gran showman” se ve, más bien, como la milésima copia de un arquetipo.

Valoración final: como de tantas otras películas sobre personajes históricos, siempre se piensa en lo que pudo haber sido, y que tendrá que haber un filme en un futuro que haga honor a quién realmente era Barnum, con sus luces y sobre todo sus sombras… por lo demás, y sólo valorándola como nueva película musical, el producto final resulta sumamente prefabricado, de manual, poco improvisado, falto de riesgo y sin alma… no tengo la más mínima duda de que gustará a muchos (aunque, de momento, la taquilla sólo ha respondido de forma bastante regular) pues tiene los componentes populistas para hacerlo, pero, a aquellos que buscamos algo más, nos resultará un simple entretenimiento frívolo, superficial y nada más.

Foto Hugh Jackman en El gran showman
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