Revista Opinión

El grano de arena

Publicado el 20 septiembre 2019 por Carlosgu82

Iba a titular el artículo, pensar o hacer, pero creo que el grano de arena define mejor lo que quiero expresar.

También lo podía haber titulado, la envidia inútil; porque se trata precisamente de eso, de una envidia insana, dañina y completamente inerte. Un deporte nacional que en mi país se practica sin ton ni son, como si no hubiera un mañana.

Afirmo que es inútil, sin tapujos, porque si al menos generase una competencia leal y esforzada, en la que se tratara de aprender de lo ajeno para mejorar, podría llegar a resultar hasta positivo, en lugar de ser lo que es: un veneno vertido hacia los demás, pero consumido por el que lo emite.

En la mayoría de los casos, el que crítica y envidia sufre cuando al otro le van bien las cosas; porque tiene un buen trabajo, un gran  coche, una preciosa mujer o un guapo hombre, etc…

Pero me parece en especial sangrante, cuando se critica y en secreto se envidia, a la persona u organización que se dedica a ayudar a los demás, no con el pensamiento (muy importante por otra parte. Tenemos entre 60 y 75.000 diarios y una correcta gestión de los mismos, repercute en beneficio de nuestra salud física y emocional) sino con la acción, bien colaborando con organizaciones benéficas, u ofreciendo parte de un esfuerzo, tiempo o talento vital, sin esperar nada más que las cosas ahí afuera vayan un poco mejor.

Son estas personas; estos granitos de arena dentro de la inmensidad del desierto humano, las que propician que este mundo sea un poco más habitable. Sin ellas el cielo azul, sería de un tono más grisáceo y las nubes grises, de un color negro, no a la vista, claro, sino en la vida de los niños, ancianos, animales y en general, seres que no han tenido mucha suerte en la vida y que se quedarían sin éste grano de arena, que para sus respectivas existencias es una montaña entera.

Por eso me resulta difícil de entender que en algunos ámbitos se critique a quien ayuda; yo he sido testigo de tal desatino y creo que detrás de ello se esconde esa envidia mezquina, por no tener los arrestos, la capacidad o la voluntad de imitar su ejemplo.

Creo que deberíamos sentirnos felices cuando alguien es feliz y agradecidos cuando alguien con su ejemplo, colabora a que este mundo sea un poco mejor, al menos así ofreceremos algo noble, aunque sea de pensamiento.


Volver a la Portada de Logo Paperblog