El Grec proyecta una nueva versión integra de "Metropolis"

La de ayer en el clásico festival de teatro y danza de Barcelona fue la enésima versión integra de la cinta que se nos presenta, recuerdo como relativamente reciente un pase al aire libre en la Puerta de Brandeburgo durante el festival de Berlín. Si el destino de la historia es reescribirse continuamente, parece que el destino de "Metropolis" es reconstruirse continuamente.
Probablemente nunca sabremos hasta qué punto llegó la aberración de su amputación en la época del estreno original, y sin embargo la cuestión es que hay más cine en unos pocos fragmentos diseccionados de "Metropolis" que en la mayoría de producción actual, y el motivo es que la obra de Fritz Lang es cine en estado puro, estética y discurso fundidos para hipnotizar a un espectador al que se mostraba el horror de la emergente sociedad de masas, la mecanización, la deshumanización, un nuevo modelo de sociedad y hombre que no significaba ni por asomo un hombre mejor.
Sin duda esta película ahonda en cuestiones como la problemática de un modelo de convivencia donde sólo la rentabilidad y una falsa noción del triunfo imperan, una apuesta visionaria denunciando futuros horrores que han sacudido el S. XX y a la vez crítica a una organización de las relaciones humanas cuyas miserias y contradicciones sean hoy más visibles que nunca. Por ello una nueva proyección de "Metropolis" es siempre motivo de alegría y celebración aunque sea siempre "la penultima versión integra".