Revista Insólito

El Grifo, en la simbología zoomórfica fantástica

Publicado el 26 febrero 2019 por Monpalentina @FFroi

(VII.6). SIMBOLOGÍA ZOOMÓRFICA FANTÁSTICA. 


El Grifo, en la simbología zoomórfica fantástica
Con cabeza y alas de águila y cuerpo de león que se muestra como animal de presa y guardián al servicio de los grandes tesoros, en España los podemos encontrar ya en el tesoro fenicio de Aliseda y en mosaicos romanos. Su simbología es siempre positiva, pues recogiendo la tradición oriental, es imagen y atributo del mismísimo Apolo y símbolo del Sol.
Heródoto (III,116) los llama monstruos alados en su relato contra los Arimaspos, mientras Plinio ( Historia Natural, VII,10) los describe como pájaros fabulosos, descripciones ambas bastante imprecisas a tenor del generalizado consenso que se mantiene en su morfología por todas las antologías de los autores grecolatinos.
Ya Claudio Eliano en su Historia de los animales (IV,27) los describe como originarios de la India con cuatro patas como el león y unas garras incomparablemente poderosas y semejantes a las del león, y que tienen alas al dorso, y que dicen que es negro el color de sus plumas, rojo el de su pecho y blanco el de sus alas. Ctesias sostiene que su cuello se adorna con plumas azules y que tiene un pico como el del águila.
El Grifo, en la simbología zoomórfica fantástica
El Fisiólo griego dice de él que despliega sus alas y recibe los ardores del sol para que no abrase la tierra habitada, como el Arcángel Miguel y la Santa Madre de Dios que reciben la ira de Dios para que no nos abrase con su cólera.
La Vulgata lo incluye entre las aves impuras al traducir incorrectamente el término grypem o gryphem por grifo, cuando en realidad la acepción originaria era la de quebrantahuesos: " ... y no las comeréis por ser cosa repugnante, el grifo" (Lev. 11: 13-14 y Deut. 14: 11-12).
Para los Padres de la Iglesia como San Jerónimo, San Agustín o Juan Casiano, representan a los espíritus en su eterna lucha por el preciado don de la esmeralda divina, como Cristo protege a los suyos de la refección eterna; descripción que sería adoptada por San Isidoro ( Etimologías, XII,2,17), Rábano Mauro (De Universo,Cap.IV. De regionibus), Beda el Venerable (Explanatio Apocalysis), Honorio de Autún ( De image mundi, Cap. XI) o Hildegarda (Libro Sexto, cap.I).
Esta diversa concepción motivó que en la Edad Media su simbología fuese contradictoria, pues mientras algunos bestiarios lo asimilan al demonio, para San Isidoro acabó siendo emblema de Cristo, "que es león porque reina y tiene la fuerza; águila porque, después de la resurrección sube al cielo".
En el lado de la epístola del arco triunfal de la iglesia palentina de Revilla de Collazos y a pesar de estar recubierto de una capa de pintura ocre se aprecian perfectamente los detalles que llevaron a García Guinea a la conclusión de que esa imagen no era Daniel entre los leones, como se venía admitiendo, sino la Ascensión de Alejandro. Según la mitología, Alejandro Magno habiendo conquistado todo el mundo conocido, quiso contemplarlo desde el cielo, y para ello se valió de una pareja de grifos, animales que representan la simbiosis entre el león y el águila, dominantes ambos por separado de tierra y aire. Los amarró a una barquilla y tomó dos pértigas en lo alto de las cuales situó trozos de carne para incitarlos a volar para alcanzarlos. En el capitel de Revilla de Collazos puede verse con claridad las correas alrededor del cuello de los grifos y a la silla de Alejandro, y los “cebos” en lo alto de las pértigas cruzadas sobre su pecho con que los estimula a volar. Otra cosa es el llegar a comprender por qué este episodio se sitúa en uno de los lugares más sagrados del templo. ¿Pecado de Orgullo o quizá por la metáfora de la redención de la humanidad y la posterior Ascensión por parte de Cristo?.
El Grifo, en la simbología zoomórfica fantástica
Dante, en su Canto XXIX del Purgatorio, lo sueña como parte de águila en oro, de león blanca mezclada con bermejo, lo que remite a la descripción del Esposo del Cantar de los Cantares 5, 10-11: "Mi amado, blanco y bermejo...; su cabeza como oro", y acabaría dando fundamento a Didron en su Iconografía cristiana, para adaptarlo a la figura del Sumo Pontífice (" El Papa, como pontífice o águila se eleva hasta el trono de Dios a recibir sus órdenes, y como león o rey anda por la tierra con fortaleza y vigor").
Más desconfiado de su existencia se mostraría el más famoso de los viajeros: "Aunque os aseguro yo, Marco Polo, cuando oí hablar al principio, pensé que esos pájaros eran grifos, pero luego me dirigí hacia quienes decían haberlos vistos". Era el Roc de Madagascar.
El Grifo, en la simbología zoomórfica fantástica
Sección para "Curiosón" del grupo "Salud y Románico".


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