Traducción: Manu BerásteguiAño: 2015ISBN: 978-84-927-2360-7Nº de páginas: 417
Ya he comentado en alguna otra ocasión que me atraen muchísimo los libros que tengan cualquier tipo de relación con La India, por lo que cuando me enteré de que Duomo Ediciones publicaba la última novela de Anita Nair, El guardián de la luz, no me pude resistir a embarcarme en su lectura en cuanto tuve oportunidad.
"El guardián de la luz" recoge la historia del comerciante Idris Maymoon Samataar Guleed, natural de Dikhil pero que ahora se ha convertido en un viajero eterno en busca de los confines del mundo y del hombre, observación que siempre realiza cuando se presenta. Uno de estos viajes será el que le lleve de regreso a la costa de Malabar, en el sur de La India, para asistir al Mamangam, donde una serie de coincidencias harán que conozca a Kandavar Menavan, un muchacho de nueve años al que acabará identificando como su propio hijo, fruto de un fugaz encuentro con la madre del niño durante su anterior estancia. Idris no podrá evitar los sentimientos que van surgiendo, sintiendo la necesidad de permanecer al lado del chico y enseñarle todo lo que sabe, además de intentar disuadirle de la idea de convertirse en chaver, un guerrero cuya única ambición es asesinar al Zamorín. Y con este propósito, Idris emprenderá un largo viaje junto a Kandavar que les llevará a conocer fascinantes lugares y personas que marcarán su naturaleza y futuro.
Anita Nair
El guardián de la luz ha sido la primera novela que he leído de Anita Nair pero no será la última ya que me ha gustado mucho su estilo narrativo, por lo que no creo que tarde en hacerme con algún otro de sus libros. Con esta obra, la autora da inicio a una trilogía que estará centrada en el personaje de Idris, aunque este volumen se puede leer de forma independiente sin problema ya que su final es cerrado.Tras el prólogo con el que se da inicio la novela, nos encontramos con seis partes diferenciadas en función del periodo que abarcan, comprendiendo los dos años que transcurren desde 1659 hasta 1661 d.C. Cada una de ellas a su vez está compuesta por diversas partes numeradas y a lo largo de las mismas se va desarrollando la historia siguiendo un curso lineal en el que se introduce aisladamente algún recuerdo del pasado. Como os decía, el estilo de la autora es uno de los puntos a destacar, haciendo uso Anita Nair de una prosa sutil, poética, cuidada y elegante que no pierde la sencillez y que resulta por lo tanto amena y fácil de leer. No obstante, debido al emplazamiento en el que tiene lugar la acción en mi caso han supuesto un pequeño obstáculo los nombres, ya que resultan complicados de leer y pronunciar, así como de retener en la memoria. Por otra parte, se ha mantenido el original en algunas palabras que aparecen en cursiva y recogidas al final del libro en un glosario, lo que contribuye a mejorar la ambientación de la novela."El guardián de la luz" es una novela para leer con calma pues aunque a lo largo de sus páginas vamos siguiendo las andanzas de este padre e hijo, la narración está marcada por un tono personal e intimista con el que la autora profundiza en las relaciones y vínculos que se crean entre las personas y sus aventuras quedan en un segundo plano, haciendo que el ritmo se vuelva más pausado.Aunque padre e hijo viajan juntos, es Idris el personaje central de la novela y es una figura que la autora ha trazado con detalle, dando forma a un hombre con una poderosa personalidad que despierta el interés del lector inmediatamente. De origen somalí, Idris es un comerciante que se dedica simplemente a viajar atesorando experiencias y conocimientos. Su físico no pasa desapercibido tanto por el color oscuro de su piel como por su altura, aunque el rasgo que más le caracteriza es el ojo de oro con el que ocupa el espacio que quedó vacío cuando perdió el suyo siendo niño. Aficionado a observar las estrellas, Idris demuestra una gran sabiduría adquirida a través de la observación de las experiencias de otros hombres en sus múltiples viajes, lo que hace que posea capacidad de adaptación y supervivencia, además de mostrarse cordial y generoso en todo momento con quienes va encontrando en su camino.Con una figura central como Idris, para el resto de personajes es difícil destacar y así hasta su hijo Kandavar queda un tanto deslucido, a pesar de acompañarle a lo largo de todo el relato. Kandavar es tan solo un niño que asiste fascinado al descubrimiento de un nuevo mundo, actuando movido por la curiosidad infantil y la imprudencia que harán que viva experiencias que le ayudarán a madurar.A su alrededor vamos descubriendo a otra serie de personajes cuyo papel es secundario en la mayoría de los casos, pues normalmente son hombres y mujeres que Idris y Kandavar van conociendo a lo largo de sus viajes, con lo que no se profundiza especialmente en ellos, aunque sí sirven para que la autora introduzca en muchos casos otras pequeñas historias de forma puntual que dan cierta riqueza a la novela. Puesto que la trama de El guardián de la luz se sitúa en el siglo XVII, Anita Nair nos ofrece también una cuidada reconstrucción histórica como telón de fondo, situando su relato entre los hechos reales y la conjetura, esto último básicamente con referencia al Mamangam de 1659 sobre el que no hay referencias. La autora acompaña su narración de datos sobre cultura, tradición y costumbres, acercándonos a aspectos como el sistema de castas, los matrimonios, la justicia o el ritual de los guerreros Chaver entre otros muchos, que nos dan una idea de la forma de vida en este periodo en el sur de la India.Por otra parte, a lo largo de las páginas nos encontramos con maravillosas descripciones y referencias que nos sirven de ayuda para trazar los diferentes escenarios que Idris y Kandavar van descubriendo en su viaje a través del sur de la India, recorriendo junto a ellos desde Ceilán hasta las minas de diamantes del reino de Golconda, pasando por Thoothukudi o Paliacatta. Así, además de los entornos, en algunas de estas etapas Anita Nair nos ofrece por ejemplo datos relacionados con el sistema utilizado para llevar a cabo la pesca de perlas o la extracción de diamantes que llevan a cabo en el asentamiento del río Krishna.Como podéis comprobar, "El guardián de la luz" no es un libro de aventuras al uso pues Anita Nair se centra en explorar la relación y vínculos afectivos que se van construyendo entre padre e hijo, así como en los nexos y amistad que se crean entre personas de diferentes lugares que por uno u otro motivo entran en contacto. Todo ello hace que el conjunto resulte atractivo al ser una novela en la que se aúnan diferentes elementos que se mantienen equilibrados y dan como resultado una interesante lectura.Así que en conclusión El guardián de la luz de Anita Nair es una novela bien escrita, que destaca por el estilo narrativo de su autora y que cuenta con un carismático protagonista al que acompañaremos en sus viajes por el sur de la India, los cuales nos acercarán a la forma de vida de esta región en el siglo XVII.Si te ha gustado mi reseña, puedes comprar El guardián de la luz a través de los siguientes enlaces:Gracias a la editorial por facilitarme el ejemplar para su reseña