En la Málaga de finales de los años cincuenta, Antón Gisbert, un ex policía caído en desgracia, es contratado por el Cónsul británico de la provincia para investigar los extraños sucesos que están ocurriendo en el cementerio inglés. Allí una elegante señora aparece de madrugada para colocar una botella de Brandy a los pies de una tumba sin nombre. Por su parte, el Subcomisario Rafael Palacios busca al asesino de un cura cuyo cadáver ha aparecido en un confesionario de la Iglesia de San Juan. Un crimen que, de alguna manera, parece estar relacionado con uno de los mayores enigmas de la ciudad; la desaparición del Cristo de Mena. ¿Qué esconden los extraños rituales del camposanto? ¿Podrá el Subcomisario detener al asesino? ¿Se quemó en realidad el Cristo de los Legionarios?
Un terrorífico viaje a los misterios de la Málaga del siglo pasada que tantos ríos de tinta han hecho correr y que, por fin, hallan respuesta en estas páginas.
Editorial: Ediciones del Genal
Sobre el autor: Sergio Calle Llorens
Esta novela negra con tintes parapsicólogos me ha gustado mucho. Llega a mis manos atraída por su portada en uno de mis paseos por una librería y al leer la sinopsis e informarme sobre su autor no dudé en llevármela a casa.
Ambientada en Málaga a finales de los años 50, juega con hechos históricos, lugares emblemáticos, tradiciones y leyendas de la ciudad para crear una historia intrincada, absorbente y muy atractiva para el lector.
Describe la ciudad de esos años a la perfección, la atmósfera que recrea con sus palabras genera un marco igual a una película en blanco y negro. Las brumas que van invadiendo la ciudad envuelven al lector, y el deseo de saber junto con el miedo a lo desconocido, se adentra en quien se sumerge entre las líneas de una historia que se va bifurcando como las calles de la ciudad más auténtica, oscura, dura y real.
La trama de esta novela se sustenta en unos hechos históricos acontecidos en 1931. Con ellos construye una historia de misterio, llena de situaciones que se van entrelazando formando un todo que asombra al lector por su desarrollo y desenlace. Me ha sorprendido gratamente la habilidad de este escritor para forjar y describir los escenarios donde transcurre la historia. La adorna con una clara pincelada anglosajona, no solo por el principal escenario donde se germina esta narración, que es el Cementerio Inglés de Málaga, sino por un gusto especial de este autor por lo anglosajón.
Los personajes son variados, ricos, con personalidades bien definidas y muy bien conectados con la historia. Los viste de humanidad, por lo que las debilidades, defectos, fortalezas y virtudes guían a estos seres. No hay héroes, solo personajes que intentan actuar bajo unos patrones donde el bien, el respeto, el orden, la justicia... imperan ante el mal. Tampoco hay malvados de nacimiento, solo individuos dejándose llevar por malas decisiones tomadas en momentos de ira, dolor, miedo, envidia, etc
El Guardián del Cementerio es un libro que recomiendo si os gusta la novela negra con un mínimo de paranormal, os lo aseguro pues las novelas de terror no soy capaz de leerlas. Buena trama, hechos históricos junto con personalidades que vivieron en aquellos años en la ciudad, lugares de Málaga que perduran y que el autor describe a la perfección. Al leer este trabajo el lector vera la luz de la ciudad, sentirá como la bruma lo envuelve, percibirá el calor del sol y lo envolverá el aroma del mar, todo ello junto a una historia que engancha y unos personajes que no se olvidan.