Una de las películas más infravaloradas de los últimos años. La crítica se ensañó con McTiernan obligándolo a volver al cine puramente de acción. Y es una pena, porque en esta película demuestra como hacer cine de aventuras de calidad y con un buen gusto exquisito. Tanto la ambientación norteña como las interpretaciones vikingas hacen plenamente creíble todo lo que vemos. Hasta Banderas borda su papel. El ritmo es fluido y nos encontramos con alguna escena de pura tensión muy bien realizada y planificada cuando se podía caer en los típicos mareos de cámara. Muy recomendable.
Mi Puntuación: 8