En un día como hoy nada me pertenece, ella con las botas puestas o cola de sirena, con su pelo engalanado con rosas y espirales trajo un soplo a mi clase, una tarde de cuentos. Aquella tarde hubo apenas una llovizna y nada se estremeció, ¿puede que sí? La brisa nos trajo un cuento de hilos para recordarnos que estamos conectados. Unos hilos que nos liberan como lo hace el Hada Esther, regalándonos un traje nuevo, de sus manos proviene una serena sensación.Deciden el sueño y la imaginación de los niños nuevas aventuras. Se sueña evocando nuevos caminos, siluetas, conexiones, retos, ligeros, desnudos desligados del tiempo. Su varita nos toco el corazón. Gracias Hada Esther!!
Niños de cuatro años jugando con hilos, recreando historias.
Olga Lalin, Esther Medraño y Luz Beloso(https://afrontandoelautismoconsensibilidad.wordpress.com/)