El Hércules bebe Brugal

El País destapa un nuevo caso de corrupción futbolística. Nuestro compañero Ezequiel Moltó cuenta que Enrique Ortiz, máximo accionista del Hércules, compró con 100000 euros a Raúl Navas, portero del Córdoba, para que pareciera un guardameta de patio de recreo y no supusiera un obstáculo para que el conjunto alicantino consiguiera tres puntos de oro para jugar en primera división.

La información no tiene desperdicio y va mucho más allá. Apunta a que en realidad quiso comprar a la plantilla con 300000 euros, pero se negaron, aunque parece que hay algún avaro que renegoció su parte. Y están bajo sospecha el partido que les enfrentó al Girona, al Recreativo y al Salamanca. Se sabe que a los charros les ofrecieron 150000 euros y dijeron no. Pero curiosamente, y no quiero ser malo (o sí), les cayeron otros cuatro. En total pueden ser cuatro jornadas amañadas. Y ahora el Betis pide subir a primera, el Cádiz quedarse en segunda y el Valladolid mira de reojo por si pudiera pescar en río revuelto.

El caso es que son unas escuchas telefónicas que pueden carecer de valía ante un juez, como ha sucedido en otras ocasiones. Lo complejo es que se meten por medio otras dos investigaciones, la del Caso Gürtel y el Caso Brugal.

Total, que podría ser una prueba válida en un proceso judicial, por lo penal, no a través de la justicia deportiva. Aunque mucho me temo que, a pesar de las grabaciones, será complicado demostrar nada, porque no son más que un puñado de palabras de un señor. En estos casos no hay firmas ni papeles de por medio, por lo que pudiera pasar. Me imagino que será un tanto peliculero el pago. Se acercará un tipo desconocido al hotel de concentración del equipo (me lo imagino con gabardina negra hasta los tobillos, guantes de piel, sombrero y mirando sospechosamente a izquierda y derecha sin cesar), y le dejará el maletín como quien no quiere la cosa. Y el portero a intentar que no se note mucho y a cenar con cava.

La ilusión se ha apoderado de Valladolid, Betis y Cádiz. Pero nada de nada. El Hércules se va a quedar en primera. Yo estoy a favor de los maletines, siempre que sea por motivar al personal y no por adulterar la competición. Y por desgracia, este caso no es una excepción. En los últimos años proliferan los escándalos. Y aquí nadie corta por lo sano. El Zaragoza se vio salpicado por un problema con las apuestas deportivas, y su portero, López Vallejo, tuvo que emigrar a Grecia. A ver quién es el guapo que contrata ahora a Raúl Navas. Y eso que tiene cara de bueno. Su nombre, se demuestre o no el soborno, ya está manchado.

A todos nos apetece ahora que desciendan al Hércules y que la Liga sea deportiva y justa; pero no va a pasar. Villar, Astiazarán y Lissavetzky guardarán silencio una vez más, porque la instantánea no es honrosa. Y dentro de unos meses ya nadie se acordará de Enrique Ortiz y sus llamaditas. El Hércules peleará por la permanencia y los maletines volverán, misteriosamente, a visitar los estadios de fútbol.

Dicho sea de paso. Me he visto el partido, y a mí me da la sensación de que compró a la defensa, no al portero. En el gol de Tote yo no aprecio que Raúl Navas se tire hacia el otro lado. También es verdad que, después de leer el artículo de Ezequiel Moltó, uno dice: “podría haber hecho más”. Pero no hay nada raro. Y le acaban haciendo cuatro goles como soles. Quizá el tercero y el cuarto son más sospechosos, pero sería absurdo que se arriesgara a ciertas suspicacias cuando ya tenían el partido perdido.

Os dejo aquí un resumen del famoso partido. Os invito a que contéis las veces que tira a puerta el Córdoba.

Como habéis podido comprobar y dicho sea de paso, Portillo no mete un gol ni con el portero comprado. Lástima de jugador.