“El héroe de las eras” es el hasta luego de Sanderson a las brumas
“El héroe de las eras” pone punto y final a la trilogía de “Nacidos de la bruma” de Brandon Sanderson, impresionante historia que retoma en una especie de secuela que tengo que leerme sí o sí ahora que he acabado la trilogía original y me siento huérfana. Pero vayamos por partes y centrémonos en este libro que acabo de leer y cuyas impresiones tengo que compartir porque me va a dar algo. Prepara tu mentecobre y pon toda tu atención.
Yo soy de las que se tienen que leer todo lo que circula en el mundo de la literatura de fantasía. Es un género que siempre me ha encantado y que creo que está en su mejor momento con autores, como Brandon Sanderson (que algún día será todo un clásico de referencia en este tipo de literatura). Ya he comentado en el blog que conocí a Sanderson en el final de “La rueda del tiempo”, una saga épica que aceptó terminar tras la muerte de Robert Jordan y que podría haber fastidiado, pero a la que dotó de un final inolvidable. Durante un tiempo dejé aparcado a este escritor, pero hace un año volví a él con “Elantris” y fue cuestión de tiempo que me sumergiera de lleno en su obra con “Nacidos de la bruma”. Ahora me da pena que esta trilogía acabe, aunque después haya más material, porque “El héroe de las eras” ata todos los cabos y deja en un estado casi catatónico al lector.
En esta tercer entrega ha pasado un año desde que Vin liberara sin pretenderlo al poder conocido como Ruina en los pozos de la ascensión y ahora parece que todo va a peor: la ceniza cae con más fuerza que nunca, el sol es menos brillante y las plantas están todavía más negras. La gente se enfrenta a hambrunas y todos presienten que el final está muy cerca y que si no les mata el hambre lo hará una especie de colapso de la naturaleza. Por si fuera poco, las temidas brumas siguen matando con mayor virulencia y los protagonistas: Vin, Elend, Brisa, Sazed, Fantasma, etc, reúnen esfuerzos por encontrar todos los depósitos de comida, municiones y metales para quemar con alomancia que hay escondidos por distintas ciudades. Además, deben encontrar respuestas a muchos interrogantes, así como la clave para derrotar a Ruina y poder llevar una existencia lo más normal posible.
Sanderson recoge maravillosamente la sensación de angustia y el sentimiento de derrota mezclado con esperanza que embarga a los personajes, creando un clima en el que se adivina la tragedia pero en el que cada héroe sigue, a pesar de ser presa de dudas, remordimientos y miedos, con su parte del trabajo para derrocar al mal. Lo mejor de esta última entrega es que se despejan muchas incógnitas y el lector descubre la verdad de muchos misterios como el origen de seres como los kandra y los Koloss y otras cuestiones sorprendentes que son muy difíciles de adivinar y que dejan alucinando hasta al lector menos impresionable. Por fin conoceremos las verdaderas intenciones del Lord Legislador, el objetivo de criaturas como los inquisidores y los kandra, la naturaleza de las temidas brumas y el papel del héroe de las eras en todo este entramado.
Creo que es un final redondo y muy satisfactorio para una trilogía tan imaginativa y original como “Nacidos de la bruma” y no puedo dejar de recomendar a Brandon Sanderson a toda persona que sienta la más mínima atracción por la literatura fantástica, porque este autor es un auténtico genio en la materia. Como ya he dicho, seguiré con su secuela sin ninguna duda y ya no dejaré de seguirle la pista a este autor del que tengo pendiente todavía gran parte de su obra llena de deidades, criaturas, extraños poderes casi siempre provenientes de lo físico o de la naturaleza y mucha carga política y social. Ojalá tú te animes a darte también un paseíto por las brumas (si no lo has hecho ya)
Y tú. ¿Conocías la trilogía “Nacidos de la bruma”?, ¿Has leído “El héroe de las eras”?, ¿Qué opinas de este final?. Cuéntame…
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