Una tomadura de pelo de Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho.
inmediatamente. Una librería muestra la valoración que hacen los lectores de esta obra con 4 estrellas de un máximo de 5. Lo curioso es que haciendo el conteo de esas valoraciones -sí, estaba tan indignado que me puse a contarlas- la puntuación únicamente alcanza dos estrellas. Seguramente es otro error informático. Hay que felicitar el buen trabajo de la editorial Planeta.
... y podría seguir, seguir y seguir. Es tal el cúmulo de idioteces que podría nombrar a una por página.
- un personaje cuando es consolado muerde a un policía sin que ese hecho venga a cuento;
- los personajes no colaboran con la policía en ningún momento sin que se explique el por qué, bueno si, que los escritores son tan incompetentes que para mantener el misterio de lo que ocurre, deciden que los personajes que están en peligro se expongan voluntariamente al mismo;
- la policía permite que un asesino esté sólo en una habitación llena de potenciales armas;
- un individuo medio moribundo que si se mueve se desangra, mata y hiere a varias personas, se escapa conduciendo un coche, se cura solo y rápidamente;
- la policía tiene que proteger a una familia porque están en peligro, llaman por teléfono hasta en cuatro ocasiones, la familia no contesta y nadie de la policía se presenta en su casa para saber qué ocurre -menuda protección policial-;
- un chaval de 15 años que supuestamente está más cerca de la muerte que de la vida, localiza a otro de los personajes en un piso protegido de la policía, ataca a uno de los policías al que casi mata y entra en la vivienda; cómo es capaz de todo ello se desconoce, aún se está investigando en Cuarto Milenio;
- la policía no sabe localizar un coche policía;
- se produce el secuestro de un chico en su hogar, mientras su madre ve como se lo llevan sin poder hacer nada porque ha sido drogada. La policía considera estos hechos como la fuga de un adolescente, no se presenta en la casa, no entrevista a los testigo, no toma huellas...
- el rehén lleva un móvil colgado del cuello, es decir, visible, y sin embargo no se lo quitan los secuestradores con lo que logra hacer una llamada;
- la policía necesita una semana para localizar la llamada;
- el investigador va a un museo, le prestan una silla y se sienta a observar durante una hora una diadema o algo parecido. Parece ser que acude todos los días a lo mismo. ¿Para qué?, ¿por qué? Pues no se sabe, no viene a cuento, pero será uno de esos maravillosos misterios que se desvelarán en próximas entregas de estos magníficos escritores;
- los pacientes de la seguridad social sueca, no tienen anamnesis ni historial clínico, incluso se pueden identificar con un nombre falso;
- imagínate que has realizado una carrera universitaria durante 5 años y pasados diez más eres incapaz de recordar que carrera tienes. Una amnesia semejante tiene uno de los personajes que no logra recordar a sus pacientes y posteriormente los recuerda de golpe y extensamente. Es tan surrealista, que su mujer que no conoce a los pacientes si recuerda a uno de ellos por el nombre.
* En cuanto a cómo se documentaron para realizar esta obra cumbre de la literatura, echaron mano de un hermano de uno de los dos "escritores", el cual es hipnotizador. Parece que de ahí debieron sacar sus conocimientos sobre este método terapéutico que en el libro presentan como algo extraño, desconocido y audaz para la ciencia, la psicología y la medicina. Parece como si estos autores vivieran en el siglo XVIII y nos presentan la hipnosis como un don, vamos como un superpoder.
En cuanto a los personajes, no te identificas con ninguno, no están bien perfilados, algunos aparecen y desaparecen como el Guadiana, sus motivaciones en ocasiones son pueriles....
No soy fan de la literatura nórdica tan de moda recientemente. Me resulta violenta en extremo, irracional, muestran una sociedad enferma y sus personajes tienen dolencias mentales en la mayoría de las ocasiones. Producen en mí una ligera tristeza. Sin embargo, he de decir, que tanto Mankell como Larsson saben escribir y nunca deberían ser comparados con los mediocres Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho que con este libro, simple y llanamente, insultan la inteligencia de los lectores.
PD: hace un tiempo cuando buscaba información sobre este libro, encontré un foro o un blog (siento no recordar cual es para postearlo) en el que discutían sobre el título, ya que hipnotizador y no hipnotista parecía el nombre más adecuado y lo achacaban a una mala traducción. En mi opinión no es una mala traducción, sino un pésimo trabajo editorial. Un editor no puede sacar este lamentable libro al mercado con esa publicidad y encima ponerle en el título un sustantivo que ni es reconocido por la Real Academia Española -
RAE-. Repito, buen trabajo Editorial Planeta.