Una de las cosas sorprendentes que descubrí durante el embarazo es que los bebés tienen hipo estando dentro de la madre. El mío tenía bastantes ataques, cuatro o cinco diarios al menos, y le duraban una media hora. Al parecer, el feto empieza a practicar la respiración a finales del segundo trimestre o principios del primero, así que tener hipo es algo positivo y no debe ser motivo de preocupación.
Yo empecé a notarlo sobre la semana 26 y era muy claro, no había lugar a dudas, porque los movimientos eran rítmicos y las sacudidas iguales a la que tendría un adulto. En ningún momento me preocupó, aunque a mi madre le daba un poco de angustia notar esos movimientos; ella no recordaba que yo hubiera tenido hipo fetal.
Desconozco si el hecho de que mi bebé tuviera mucho hipo fetal guarda relación con el hecho de que es un bebé con muchos gases y muchos ataques de hipo. Durante los dos primeros meses tenía hipo a todas horas. Después de cada toma, en cada cambio de pañal, cada vez que lo movías...por hacer un cálculo, unos 15 ataques diarios, de unos 20 minutos o más de duración. ¡Qué rollo para él!.
Por algún lugar he leído que el hipo no molesta a los bebés como lo hace en los adultos, pero mi hijo siempre se ha mostrado molesto y terminaba lloriqueando hasta que se le pasaba. Quizá porque sus ataques son largos.
Ahora, a punto de cumplir cuatro meses y medio, sigue teniendo hipo, aunque ya mucho menos, quizá dos o tres veces al día nada más.
Cuando le puse las vacunas de los cuatro meses la chica me comentó que el hipo era habitual en bebés con problemas de gases y en nuestro caso lo clavó, porque él sigue teniendo muchas molestias con su expulsión.
Esto de ser bebé debe ser muy curioso...