El cerebro sigue siendo un gran misterio para las neurociencias, aunque cada vez podemos arrojar un poco más de luz a esta estructura tan compleja que nos permite sentir, emocionarnos y pensar.
Una de las estructuras del cerebro ampliamente estudiada ha sido el hipocampo, una estructura situada en el sistema límbico, muy relacionada con la memoria y con la vinculación entre las emociones y los recuerdos. Sin embargo, entre sus funciones también se han encontrado otras, como por ejemplo la regulación de la navegación espacial.
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¿Qué más sabemos sobre esta estructura? En este artículo hablaremos de su anatomía, localización, funciones y alteraciones en caso de sufrir una lesión en el hipocampo.
¿Qué es el hipocampo y dónde se encuentra?
El hipocampo es una estructura cerebral muy importante, implicada en la memoria y en otros procesos psicológicos como la regulación emocional. Se localiza, como veremos más adelante, en la parte interior del lóbulo temporal, una gran estructura situada en el lateral inferior del encéfalo, muy relacionada con la audición y con otros procesos.
Así, sabemos que los procesos emocionales vinculados con las emociones son otro de los aspectos relacionados con el hipocampo, estructura que se localiza en el sistema límbico.
Sistema límbico
El sistema límbico está formado por diferentes estructuras a nivel cerebral, encargadas de regular las respuestas fisiológicas frente a determinados estímulos. Es en el sistema límbico donde se “encuentran” los instintos humanos, como por ejemplo: el hambre, los instintos sexuales… Este sistema también es el encargado de regular la memoria involuntaria o inconsciente, la atención, las emociones, la personalidad o la conducta.
Volviendo al hipocampo, este término fue acuñado por Giulio Cesare Aranzio, una figura destacada en la historia de la ciencia de la anatomía humana. Con este término Aranzio quería hacer referencia a la similitud entre esta estructura del encéfalo y la silueta o forma de un caballito de mar.
Anatomía del hipocampo
Así, a nivel anatómico, el hipocampo es un pequeño órgano con forma curvada y alargada, localizado en la parte interior del lóbulo temporal. Se articula desde el hipotálamo hasta la amígdala. De esta forma, encontramos que cada encéfalo tiene dos hipocampos, uno para cada hemisferio cerebral (el izquierdo y el derecho).
Esta estructura se asocia a una parte de la corteza cerebral denominada arquicorteza. La arquicorteza es una de las regiones más ancestrales de nuestro cerebro, ya que apareció hace millones de años en nuestra línea evolutiva como especie.
Por esta razón, el hipocampo está conectado a otras zonas del sistema límbico. Por su parte, el sistema límbico se fue definiendo, a nivel evolutivo, para que nuestros antepasados respondieran a sus necesidades más básicas.
Funciones del hipocampo
El hipocampo está implicado en la memoria, en la producción y regulación de estados emocionales y en la navegación espacial, entendiéndose esta como la manera en la que imaginamos el movimiento en un determinado espacio.
Podemos decir, que su función principal se relaciona con la mediación en la generación y recuperación de los recuerdos. Esta función también la desarrollan otras áreas cerebrales repartidas por toda la corteza y también incluidas en el sistema límbico.
De forma más detallada, encontramos las siguientes funciones del hipocampo:
Consolida los aprendizajes
El hipocampo permite que ciertas informaciones que vamos integrando en nuestra vida (o con las que nos vamos relacionando), pasen a la memoria a largo plazo (MLP). Así, actúa a modo de “mediador” o facilitador entre la experiencia y la memoria.
Vincula los recuerdos con las emociones
Además, vincula este tipo de contenidos con ciertos valores, ya sean positivos o negativos. ¿De qué depende esto? De si los recuerdos están asociados a experiencias agradables (o placenteras) o dolorosas, ya sea a nivel fisiológico o psicológico.
Almacena los recuerdos
Una vez se integra la experiencia a nuestra memoria a largo plazo, una de las funciones del hipocampo, este también se encarga de otra tarea: almacenar esos recuerdos en nuestra memoria biográfica.
Gestiona la memoria declarativa
Sabemos que el hipocampo se relaciona con la memoria, pero especialmente con una de ellas: la memoria declarativa. La memoria declarativa es un tipo de memoria a largo plazo, que hace referencia a los recuerdos que podemos evocar de forma consciente (por ejemplo: eventos específicos).
En cambio, la memoria no declarativa (relacionada con la memorización de patrones de movimientos y destrezas motoras), es gestionada por los ganglios basales y el cerebelo.
Regula la navegación espacial
Otra de las funciones del hipocampo es la regulación de la navegación espacial. Esta tiene que ver con la manera en la que percibimos el espacio, es decir, con cómo ubicamos y mantenemos mentalmente un espacio tridimensional, a través del cual nos movemos. Esto incluye tener en cuenta sus volúmenes y sus referencias para “movernos” mentalmente por él.
Coordina la percepción visual con los recuerdos
Pero hay más; y es que el hipocampo también podría estar relacionado con la coordinación de lo que percibimos, a nivel visual, con nuestros recuerdos previos.
Así lo asegura un estudio llevado a cabo en 2011 por Gollo y su equipo, científicos del Instituto de Física Interdisciplinar y Sistemas Complejos (IFISC), que reveló que el hipocampo es el responsable de coordinar la percepción visual con los recuerdos que se tienen de lo que se percibe.
El hipocampo como un director de orquestra
Como hemos visto, en realidad, no es tanto que el hipocampo permita la adquisición, consolidación y almacenamiento de los recuerdos de forma directa, sino que más bien actúa como un mediador de los recuerdos.
Sería algo así como un director de orquesta que dirige a los músicos; algunos tocan en un determinado momento, y otros no. Los músicos serían los recuerdos, que se activan y se desactivan en función de su director (el hipocampo).
En este sentido, sabemos que el funcionamiento de la memoria no es un proceso simple; este tiene que ver con la activación y desactivación de redes de neuronas que se distribuyen por diferentes zonas del encéfalo.
De esta forma, el hipocampo no almacena simplemente los recuerdos, sino que más bien actúa como un nodo de activación que haría que determinados recuerdos se activaran y se distribuyeran por todo el cerebro.
Lesiones en el hipocampo
Como sucede con cualquier zona o estructura cerebral, una lesión en el hipocampo conlleva una serie de consecuencias psicológicas y funcionales. En este caso, una lesión en dicha estructura puede conllevar alteraciones como:
- Amnesia retrógrada: se caracteriza por la incapacidad de recordar los eventos ocurridos antes de la lesión o daño cerebral.
- Amnesia anterógrada: los nuevos acontecimientos no se consolidan en la memoria a largo plazo; es decir, implica una dificultad para aprender nuevos aprendizajes.
- Demencia (por ejemplo: demencia por enfermedad de Alzheimer).
Las consecuencias psicológicas y cognitivas de la lesión en el hipocampo dependerán de las zonas concretas del hipocampo afectadas, es decir, de la extensión de la lesión, y también de las características del paciente (edad, plasticidad cerebral…), entre otras variables.
Referencias bibliográficas:
- Belloch, A., Baños, R. y Perpiñá, C. (2008). Psicopatología de la percepción y la imaginación. En A. Belloch, B. Sandín y F. Ramos (Eds.) Manual de Psicopatología (2ª edición). Vol I. Madrid: McGraw Hill Interamericana.
- Gollo, L. L., Mirasso, C. R., Atienza, M., Crespo-Garcia, M. & Cantero, J. L. (2011). Theta Band Zero-Lag Long-Range Cortical Synchronization via Hippocampal Dynamical Relaying. PLoS ONE, 6(3): e17756. doi:10.1371/journal.pone.0017756.
- Kolb, B. & Wishaw, I. (2006). Neuropsicología humana. Madrid: Editorial Médica Panamericana.
- Lubenov, E.V & Siapas, A.G. (2009). Hippocampal theta oscillations are travelling waves. Nature 459: 534.
- Young, P.A. & Young, P.H. (2004). Neuroanatomía clínica y funcional. Barcelona: Masson