Si viajas a París tienes que escoger bien el alojamiento, pues los lugares bien situados suelen ser caros. Un lugar al que seguro que no querrás ir si pretendes ahorrar es el Hôtel de Crillon, situado en la Plaza de la Concordia: uno de los hoteles de lujo más famosos y antiguos de la capital francesa.
El hotel es uno de los dos palacios hermanos construidos en 1758 por el arquitecto Louis-François Trouard, por orden del rey Luís XV. Ambos iban a ser destinados en un principio a oficinas de gobierno, pero el edificio norte fue adquirido por el Duque de Aurmont, un famoso mecenas; y, aunque con intervalos en los que pasó a manos del Estado, permaneció durante la mayoría de su existencia en manos privadas. Poco después de su apertura se convirtió en hotel y, en 1907, la Sociedad del Luovre lo adquirió y lo renovó.
El edificio, aunque ha pasado por diversas renovaciones, conserva el estilo de un palacio francés del siglo XVIII, y ahí radica su atractivo. Las habitaciones y los espacios comunes son tan lujosos como los que habían pisado en su día los nobles y reyes, como la propia María Antonieta, que tomaba aquí lecciones de piano (por ironías de la historia, frente a este palacio sería guillotinada tras la Revolución Francesa). El hotel también organiza, como en los tiempos antiguos, eventos de alta sociedad, aunque ahora abiertos a todo el mundo… que pueda pagárselo, claro está.
Hay varias categorías de habitaciones y suites, todas carísimas, pero con todos los lujos y atracciones de un apartamento de la nobleza, cerca del Louvre, de la Ópera y del Jardín de las Tullerías. Una experiencia que vale mucho la pena… si algún día nos toca un viaje con todos los gastos pagados.