Revista Libros
Reseña - por Pilar Alonso
Serie Benasur de Judea, Volumen II
Nabla Ediciones, Septiembre 2009
Género: Novela
925 páginas
Benasur de Judea es ahora el esposo de la Reina Madre de Garama y el hijo que espera será coronado rey. Antes de su nacimiento, Benasur abandona la ciudad. Sus negocios lo han llevado a firmar un acuerdo con el rey Artabán III, a quien suministrará armamento con el objeto de que acabe enfrentándose a Roma.
En el viaje hacia Oriente, acompañado de Mileto, visitará de nuevo a Tiberio, charlará con Calígula, pasará por Alejandría y Olimpia, y conocerá a Pablo de Tarso, el azote de los seguidores de Jesús.
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En El hombre de Damasco continúa la vida de Benasur de Judea, ahora convertido en el esposo de la Reina Madre de Garama. Y su escriba Mileto vuelve a acompañarle en sus nuevos viajes, que en esta ocasión les llevarán a Alejandría, Pompeya, Antioquía, Olimpia…
En esta entrega de la saga no hay tanta acción como en la primera, pero esa ausencia la suple el autor con una mayor profundización en sus personajes, complejos y extraordinariamente humanos, lejos de esos héroes planos que pueblan tantas y tantas novelas históricas.
En esta ocasión el cristianismo, el de los primeros años tras la muerte de Jesús, está más presente. Las persecuciones a las que se vieron sometidos por otras facciones judías se muestran a través de la figura de Saulo de Tarso, o Pablo de Tarso como acabará siendo conocido, el verdadero “hombre de Damasco”. A través de su historia quedan patentes los primeros tiempos del cristianismo, cómo iba calando el mensaje de Jesús, cómo se iban añadiendo adeptos a su causa e incluso se reinterpretan algunos episodios de las Escrituras, como el de los Reyes Magos de Oriente, uno de los cuales jugará un papel en la trama.
No es fácil leer a Alejandro Núñez Alonso. Su prosa es densa y sus descripciones abundantes. Pero no hay duda de que es capaz de recrear episodios, costumbres y escenarios históricos con una veracidad pasmosa, detallada y rica en matices. De su mano vamos a sufrir la plaga de langosta en Alejandría y a asistir a unos Juegos Olímpicos, por mencionar sólo un par de las maravillas que esta novela reserva al lector.