Título: El hombre de Grafeneck
Autor: Félix Jaime Cortés
Editorial: Tagus
Año de publicación: 2012
Páginas: 467
ISBN: 9788415623038
Leí El hombre de
Grafeneck en mayo, después de
que su autor, Félix Jaime Cortés, se pusiese en contacto conmigo
por email y me ofreciese enviarme su novela para leerla y reseñarla. Entonces esta historia era tan solo un manuscrito. Por
eso he tardado cuatro meses en reseñarla y cinco en publicarla. Porque quería esperar a que la novela se publicase, como
ocurrió en septiembre gracias al sello digital Tagus del
grupo Planeta. Desde aquí le doy las gracias a Félix Jaime por enviarme su novela y le deseo todo el éxito del mundo, él y
esta gran historia se lo merecen.
Cuando
el autor contactó conmigo no tuve que pensármelo mucho para aceptar
su ofrecimiento. Su novela está ambientada durante la Segunda Guerra
Mundial, el Holocausto y la época nazi, un periodo de la Historia
por el que siempre me he sentido muy atraída. Uno de los dos hilos
argumentales de El hombre de Grafeneck
transcurre entre 1939 y 1942 y está protagonizado por Lorenz
Hackenholt, un miembro de las SS, conductor y mecánico, que se verá
obligado a tomar parte en los horrores que tienen lugar en el
castillo de Grafeneck.
Allí será cómplice del programa Aktion T4, que ponía en marcha la muerte por compasión o eutanasia compasiva, un proyecto de limpieza étnica y genética para exterminar a deficientes mentales, disminuídos físicos y personas consideradas defectuosas e imperfectas para la raza aria. Las atrocidades que se comieteron revolverán el estómago, la conciencia y la moral no solo del propio Lorenz, sino también de los lectores. El otro hilo argumental tiene como escenario el Madrid de la actualidad. Allí conoceremos a Sandra Limonero, una joven propietaria de una tienda que hace dos años perdió a Roberto, su novio, muerto en extrañas circunstancias. A pesar de lo que digan la policía y la familia del chico, ella está convencida de que fue asesinado y está dispuesta a hacer todo lo posible para demostrarlo, para lavar la imagen de su novio y para que se haga justicia. El otro protagonista de esta parte de la novela es Bernardo Soto, un reputado y conocido escritor que, sin embargo, no atraviesa su mejor momento, ni personal ni profesionalmente. Pasa las horas en un restaurante VIPS, comiendo el huevo especial de la casa. Allí conocerá a Sandra, una gran admiradora suya. Enseguida surge entre ellos una extraña relación de amistad, los dos son muy diferentes, quizá por eso encajan tan bien y nos emocionan, nos hacen reír, hacen que los odiemos y los adoremos pero en ningún caso nos dejan indiferentes y por encima de todo resultan cercanos, entrañables e inolvidables porque se les coge muchísimo cariño. A los dos. Por ser como son. Pero esta no es la única relación en la que está basada la novela. Mientras se ayudan mutuamente, los dos descubrirán que Roberto, el novio de Sandra, estaba trabajando en una tesis sobre todo lo que ocurrió en Grafeneck y las personas que lo hicieron posible. Poco a poco irán tirando de los hilos y las pistas que sin saberlo dejó Roberto, quien, a pesar de estar muerto, será el nexo de unión entre las dos historias y quien relacione el pasado con el presente. Los capítulos se van alternando entre la historia de Lorenz y la de Sandra y Bernardo. Me gusta esta estructura, creo que engancha todavía más, atrapa, anima a seguir leyendo. Sin embargo, a mí me ha resultado mucho más atractiva, adictiva e interesante la trama del presente, la del Madrid de Sandra y Bernardo. Pero eso no quita para que la otra, la de Lorenz y la Alemania nazi no sea buena, todo lo contrario, está fantásticamente bien documentada, descrita y narrada. Aunque al principio cuesta entender cómo pueden relacionarse dos tramas tan alejadas tanto en la distancia como en el tiempo, al final las dos piezas encajan y forman un puzle completo. Un puzle que es mitad novela histórica y mitad novela negra y thriller. En definitiva, El hombre de Grafeneck es una novela que lo tiene todo. Personajes que son capaces de transmitirnos infinidad de sentimientos. Una gran ambientación, con buenas descripciones y una grandísima labor de documentación. Dos tramas paralelas que terminan uniéndose en un final sorprendente e inesperado. Y, lo más importante, una historia que seduce, fascina y atrapa desde la primera y hasta la última página. Una historia trepidante, adictiva, con un gran ritmo. Una historia en la que pasa de todo. Pero eso no os lo voy a contar. Tendréis que descubrir quién fue y qué hizo el hombre de Grafeneck.
