Revista Insólito
Y con esto no me estoy refiriendo a Rajoy, por lo menos esta vez, sino a Edward Mordrake, iba a ser el heredero de una de las familias más nobles de Inglaterra, pero al parecer no se le puede hacer competencia al príncipe Carlos, después de aguantar a su “alter-ego” durante veintitrés años se suicidó y es que al parecer durante la noche no podía conciliar el sueño debido a los odiosos susurros de su “gemela diabólica” como él la llamaba. Aunque lo vigilaban constantemente consiguió procurarse veneno, debido a lo cual murió, dejando una carta en la que pedía que la “cara demoníaca” fuera destruida antes de su funeral, “para que no continuase con sus espantosos susurros en la tumba”. Por petición propia fue enterrado en tierra baldía, sin ninguna lápida o marca que dejara constancia de su tumba.