"La vida era cruel. Le exigía que asumiera sus responsabilidades y se hiciera un hombre. Pero, ¿cómo un niño a quien se le ha negado la infancia puede de pronto convertirse en un hombre? Tenía que saltar sobre un abismo de emociones y escalar un pico de increíble altura."LLegué a este libro via recomendación de Marilú. Aproveché una especie de "promoción" de la editorial Malpaso en Twitter y obtuve un ejemplar (¡gracias!). Bueno, pues os adelanto que, siendo 7 de abril de 2.014, este libro está desde ya entre lo mejor que he leído y leeré este año.Jamie McCloone es un hombre peculiar. Desde que lo conocemos sabemos que algo le pasa, y poco a poco veremos de qué se trata. Cuarentón soltero, vive en una granja heredada de sus tíos adoptivos. Allí, entre animales y cierto desorden y caos doméstico, transcurren sus días en soledad, una soledad remediada parcialmente con visitas a la taberna del pueblo y a sus vecinos. Echa de menos a la única familia que tenía. Un matrimonio amigo le aconseja que conozca alguna mujer, que le vendría muy bien compartir con alguien su vida.Así es como Jamie se decide a responder un anuncio de prensa que ve de Lydia, una maestra soltera de cuarenta años que no ha conocido varón y que ha vivido su vida caminando por los senderos marcados por sus autoritarios padres. De nada sirve que su padre haya fallecido, su madre sigue ejerciendo el control sobre la vida de su hija.
Para Jamie no será fácil conocer a Lydia. Desde que sus tíos fallecieron, su tenebroso pasado aflora constantemente, un pasado que le lleva a la desesperación, a la indecisión, al miedo. Miedo al cambio, a las circunstancias, a los demás, a las mujeres, a la intimidad, a la vida, porque Jamie antes no tenía nombre, era el número 86 en un orfanato religioso irlandés. Un lugar donde fue sometido a todo tipo de torturas y abusos (y esta es la parte real de la historia, basada en los testimonios de quienes vivieron esa terrible experiencia entre los años 20 y 80 y que no salió a la luz hasta los años noventa).Bajo mi punto de vista, estamos ante una bonita historia con un final previsible. La grandeza de esta novela se encuentra en sus personajes y en la maestría de la autora a la hora de combinar drama y comedia. Es muy fácil sentir afecto por el protagonista, un hombre ingenuo, noble, bueno, necesitado de cariño. Los personajes secundarios no se quedan atrás, especialmente Paddy y Rose, amigos y vecinos de Jamie, al que cuidan y ayudan en todo lo que pueden:"Alguien pensaba en él, alguien se preocupaba, Esa pequeña gentileza significaba mucho. Eran pocas las muestras de afecto que hasta entonces había recibido".Que nadie piense que estamos ante un dramón cuya lectura hay que afrontar con ganas y con un ánimo bien asentado. Es cierto que me he sentido como en una montaña rusa, en algunos momentos me he reído mucho y en otros he tenido que dejar de leer unos minutos. Los capítulos sobre el pasado de Jamie son sobrecogedores y duros, pero es una parte necesaria para conocer tanto la realidad que tuvo lugar como el porqué de la forma de ser de Jamie en la actualidad. No obstante, lo que predomina es el humor de la historia, el presente de nuestro protagonista está cargado de situaciones cómicas y entrañables con las que el lector disfrutará mucho.Una preciosa y conmovedora novela muy bien contada, con contrastes que no se hacen chocantes en ningún momento. Inolvidable, ningún matiz negativo, si acaso lo previsible del final, pero nada más. Me conquistó prácticamente desde el principio.Para saber más del libro o de la autora, pinchad aquí.