THE PURGE (James DeMonaco, 2013)
purgar. (Dellat.purgāre). 1.tr.Limpiar, purificar algo, quitándole lo innecesario, inconveniente o superfluo. 2.tr.Sufrir con una pena o castigo lo que alguien merece por su culpa o delito.
Una noche al año el crimen es legal. La premisa del film de James DeMonaco no tiene otro adjetivo que el de escalofriante. Imaginad por tan sólo un momento que vivimos en un mundo sin crimen, con una tasa de desempleo bajísima y en el que todos somos (aparentemente) felices. Imaginad también que esta supuesta felicidad va intrínsecamente unida al hecho de que durante una noche al año todos los ciudadanos de los Estados Unidos tienen derecho a cometer todos los delitos que quieran. Repito, escalofriante.La obra de DeMonaco parte de tal idea y navega a través de los recovecos más oscuros del thriller y del suspense puro y duroaportando las dosis de horror propias del subgénero que componen las películas de “invasiones caseras” como À l’intérieur, Alexandre Bustillo & Julien Maury, 2007 (aún pendiente de estreno en nuestro país), Los Extraños (Bryan Bertino, 2008) o la más reciente Secuestrados(Miguel Ángel Vivas, 2010). Y es que The Purge (a cuya mierda de subtítulo español no voy a referirme) es una nueva vuelta de tuerca a este tipo de películas en las que el peligro invade el hogar de unos protagonistas dispuestos a todo por sobrevivir a una noche de auténtico terror. Con un Ethan Hawke que últimamente parece sentirse cómodo en este tipo de productos (el pasado año estrenaba la genial Sinister de Scott Derrickson) y una Lena Headey en estado de gracia, la historia nos transporta hacia los rincones más oscuros de un ser humano corrompido de maldad que utiliza como excusa una aterradora ley gubernamental para incumplir cualquiera de los diez mandamientos a la par que bendicen a los Nuevos Padres Fundadores de los Estados Unidos por permitirles el hecho de poder llevar a cabo la purga anual.